Los pilotos de MotoGP se enfrentan cada fin de semana a innumerables retos. Uno de los más difíciles, descifrar sus propias mentes. La presión bajo la que trabajan a veces llega a ser asfixiante y no conseguir resultados positivos puede generar frustración y derivar en problemas que sólo tienen solución con ayuda de un psicólogo o profesional.
En una nueva entrega de 'Yo, Piloto', ya disponible en DAZN, figuras como Jorge Lorenzo, Marc Márquez, Pol Espargaró, Pedro Acosta o Casey Stoner analizan cómo lidian con esta presión y se sinceran sobre los conflictos que ésta les ha generado a lo largo de su carrera. "Tienes la presión de decir 'yo quiero llegar vivo al box'. Parece un poco exagerado, pero nosotros nos jugamos la vida", asegura Pol Espargaró.
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El camino de Pol Espargaró en MotoGP no ha sido nada sencillo. Llegó en 2014 como campeón de Moto2 y aunque sus tres primeros años en la categoría reina con Yamaha fueron bastante satisfactorios, su cambio a KTM fue muy duro y le costó mucho encontrar la regularidad, algo que le mermó psicológicamente de tal forma que después le impidió disfrutar los buenos resultados.
"No era capaz de disfrutar de mis podios, pensaba que no lo merecía"
"Un momento que fue psicológicamente duro para mí fueron los primeros tres años en KTM, que me los pasé tragando polvo prácticamente en todas las carreras y haciendo malos resultados y llegó un punto en el que en la última temporada conseguí cinco podios y dos poles y eso me cogió de sopetón y no fui capaz de terminar en el podio y de disfrutar esos momentos", confiesa en exclusiva para DAZN.
"Siempre buscaba un pero o un problema a esos podios, pensaba 'no me lo merezco' y no era capaz de disfrutar. Lo había pasado tan mal que yo pensaba que me merecía seguir pasándolo mal. Y es bestia porque justamente cuando llega lo que estás buscando durante toda tu carrera deportiva piensas 'ya lo he conseguido, ahora qué es lo que me llena'. Ese fue un momento difícil para mí, pero necesité ayuda psicológica", admite.
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El pequeño de los hermanos Espargaró cree que la autoestima lo es todo para un piloto de MotoGP. "Desgraciadamente las motos tienen un papel tan importante en este campeonato, que si un piloto no tiene autoestima, ya puede coger la puerta y largarse".
"Tienes que creer que eres el mejor del mundo. Al igual que si le preguntas a otro piloto, él te va a contestar que si tiene las herramientas, va a ganar un Mundial. Y el que te diga lo contrario, le quedan dos días en MotoGP. Sin duda tienes que creer en ti y tienes que creer que eres mejor que cualquier otro", sigue.
"Si los resultados encima de la moto no han sido buenos, no disfruto de mi familia"
Trabajar con esta presión convierte a veces a los pilotos en 'robots' que apenas pueden pensar en otra cosa que no sean las motos. Y eso pasa factura también en el terreno personal. "Hasta ahora, pocas veces he sido capaz de disfrutar de mi familia como creo que debería haberla disfrutado, porque esta burbuja en la que vivimos es tan egoísta que solo vivo por y para mi deporte", dice.
"En el momento que no lo haga, mis resultados van a empezar a decaer. Es tan egoísta lo que hago que cuando llego a casa, si los resultados encima de la moto no han sido buenos, no soy capaz de disfrutar de mi familia. Y esto es super triste", concluye.