Max Verstappen fue el gran protagonista de la última jornada de test de F1 en Bahréin antes de que dé comienzo el Mundial. El piloto holandés logró marcar el mejor registro con su Red Bull en Sakhir consiguiendo un registro de 1:31.720, convirtiéndose en el único integrante de la parrilla que ha logrado bajar de 1:32.
Sin embargo, no fue solo el cronómetro lo que más sorprendió de los Red Bull, sino su capacidad para conseguir el tiempo justo cuando se lo proponían. las sensaciones que Max y checo Pérez trasladaron sobre la pista indicaban que sus monoplazas tenían un gran comportamiento tanto en paso por curva como en recta.
Verstappen reconió que aún se guarda algo bajo la manga: "Nadie está en la especificación de calificación en este momento. Creo que lo más importante eran los neumáticos que vamos a utilizar la semana que viene. El coche funcionaba bien. Cumplimos con el programa que habíamos planeado hacer, y eso siempre es positivo, creo".
Otros que también sacan sensaciones positivas de la última jornada de test son los Ferrari: Charles Leclerc (3º) y Carlos Sainz (13º) han podido completar todo el programa que tenían previsto sin apenas sufrir ningún sobresalto e incluso han encontrado algunas mejoras para aliviar el ‘porpoising’, un hándicap con el que han tenido que lidiar todos los equipos.
Así explicaba Sainz sus sensaciones: "Llegamos a la primera carrera tan preparados como podemos. Hasta el momento, me siento más cómodo cuando hay más gasolina en el coche que cuando hay poca, pero he estado más tiempo probando tandas largas. Lo veo como algo normal. Los neumáticos también son diferentes y necesitamos entenderlos mejor porque la degradación sigue siendo muy alta".
Por su parte, Fernando Alonso brilló con una gran vuelta que le permitió hacerse con el cuarto mejor registro (fue tercero hasta que Mick Schumacher le arrebató la posición en la hora extra que se le concedió a Haas para seguir probando el coche).
Tras terminar la sesión, el asturiano se mostró satisfecho, reconociendo que Alpine llegará al principio del mundial más preparado de lo que él había imaginado en un principio.
"Ha sido un día muy bueno. Necesitábamos un día limpio, sin ningún problema. Ayer lo tuvimos con Esteban y hoy conmigo, así que hemos aprendido mucho del coche en estos dos días y creo que vamos a llegar mucho más preparados de lo que pensaba antes de llegar aquí a Bahréin, así que contento".
Los que no llegaron a mostrar su mejor versión fueron los Mercedes: tanto Lewis Hamilton como George Russell sufrieron para conseguir exprimir su monoplaza y reconocieron que aún queda mucho trabajo por hacer.
De hecho, Hamilton incluso aseguró que no ve a Mercedes luchando por la victoria por el momento, aunque habrá que esperar para saber si se trata de una maniobra de despiste o la escudería alemana tiene problemas reales.