La temporada 2024 de Fórmula 1 ha estado definida por una característica clave: la irregularidad de ritmo en los monoplazas dependiendo de los circuitos.
Incluso los equipos líderes, como Red Bull y McLaren, han sufrido las consecuencias de unos monoplazas extremadamente sensibles a las características de los circuitos y a las variaciones aerodinámicas, complicando así mantener un rendimiento constante.
Toto Wolff, jefe del equipo Mercedes, ha señalado que este ha sido uno de los mayores desafíos de su escudería este año. Aunque las simulaciones prometían buenos resultados, en muchas ocasiones, al llegar a la pista, los coches no se comportaban como se esperaba. Una situación muy parecida a lo ocurrido con Aston Martin.
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En una entrevista reciente para Auto Motor Sport, Toto Wolff, jefe de Mercedes, fue contundente al evaluar el rendimiento de su equipo en la temporada 2024 de Fórmula 1. Lejos de endulzar la situación, Wolff admitió que el rendimiento no estuvo a la altura de las expectativas.
"El problema es que en el colegio nunca saqué nada mejor que un cuatro. Le pondría un cuatro al año. Al final, lo que cuenta es el resultado en el campeonato, y con el cuarto puesto no fue suficiente", dijo el responsable de Mercedes.
Una de las mayores dificultades para Mercedes estuvo en el comportamiento del fondo plano, que juega un papel crucial en la generación de carga aerodinámica. Wolff explicó cómo esta parte del coche se ha convertido en un elemento extremadamente delicado, capaz de definir el éxito o el fracaso en cada carrera.
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"Estos coches son extremadamente sensibles. La mayor parte de la carga aerodinámica proviene del fondo plano, que reacciona de forma tan delicada que un pequeño error puede hacerte retroceder rápidamente", analizó Wolff sobre el comportamiento de los monoplazas.
Este aspecto técnico se convirtió en un desafío constante para Mercedes, que no fue el único equipo afectado por estas complejidades. Según Wolff, otros rivales también enfrentaron altibajos similares: "Ferrari, McLaren e incluso Red Bull pasaron por fases similares. Estos coches son extremadamente sensibles".
Mercedes atravesó cuatro fases bien diferenciadas durante el año. Comenzaron con resultados irregulares, lograron avanzar hasta ser competitivos, volvieron a sufrir una caída en su rendimiento, y finalmente encontraron cierta estabilidad hacia el final.
Sin embargo, Wolff destacó que los resultados no siempre estuvieron a la altura de las promesas que ofrecían las simulaciones y el túnel de viento: "Hoy en día no hay reglas universales para obtener el mejor rendimiento. Cada circuito presenta desafíos diferentes".
Los problemas que ha enfrentado Mercedes esta temporada recuerdan mucho a los reportes que Aston Martin y Fernando Alonso han compartido desde el inicio del año, especialmente en lo relacionado con la sensibilidad del coche.
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Al igual que Mercedes, el equipo del asturiano ha tenido dificultades para encontrar el equilibrio perfecto entre la introducción de nuevas piezas y el rendimiento real en pista, lo que ha generado diferencias notables entre los resultados en simuladores y lo que realmente sucede cuando el coche está en el circuito.
"Si el fondo plano roza ligeramente la pista en una curva rápida, la carga aerodinámica puede fallar. Ajustar el coche para evitar ese contacto te hace perder tiempo en otros aspectos", advirtió Wolff los monoplazas de Fórmula 1.
En este tercer año bajo las reglas técnicas que se implementaron en 2022, los equipos aún no han logrado controlar por completo las complejas interacciones entre el fondo plano y las diversas condiciones de la pista.
Además, Wolff explicó que este tipo de ajustes no solo son una cuestión técnica, sino también estratégica: "La clave es encontrar el equilibrio perfecto. Tienes que ser capaz de adaptar el coche a las condiciones del día sin perder de vista el rendimiento global. Si te concentras demasiado en un área, puedes comprometer otras, y eso es lo que ha marcado la diferencia esta temporada".