El GP de Hungría de Fórmula 1 era una oportunidad inmejorable para que Ferrari se hiciera, en la carrera, con las dos primeras posiciones de la clasificación y diera un golpe de efecto para recortar la puntuación a Red Bull , que estaba obligada a remontar posiciones.
La décima posición de salida de Max Verstappen y la undécima de Checo Pérez, unidas a la segunda y tercera plaza de Carlos Sainz y Charles Leclerc, respectivamente, hacía del domingo en Hungaroring una extraordinaria opción para que la escudería italiana redujera la diferencia en el campeonato de constructores con respecto a la austríaca.
En la clasificación de pilotos, además, el monegasco, segundo clasificado, podía acercarse a Max Verstappen , que no aparecía en demasiadas quinielas para obtener el podio al final de una carrera que, sin embargo, acabó deparando decenas de sorpresas, tanto positivas como negativas.
Red Bull leyó a la perfección una jornada en la que su piloto estrella, el vigente campeón del mundo, protagonizó una espectacular remontada que lo situó peleando por las primeras posiciones a falta de 30 vueltas para la conclusión de la prueba en Hungría.
Todo ello, unido a dos muy malas paradas en boxes de Ferrari con Carlos Sainz , superando los tres segundos en una y los cuatro en otra, motivó que el equipo líder acaba arrinconando a Ferrari y, prácticamente, obligara a Charles Leclerc a montar neumáticos duros al verse obligado a parar, a falta de casi 20 vueltas para el final, y sin más gomas medias.
Tanto es así, que Max Verstappen acabó coronando la carrera en Hungaroring con una primera plaza que sabía a oro, sobre todo, porque Charles Leclerc finalizó en una discreta sexta posición que, además, había sido también mejorada por Checo Pérez, que acabó en la quinta plaza.
Las malas decisiones tomadas por Ferrari en una carrera en la que el objetivo era situar a los dos monoplazas en las dos primeras posiciones dinamitó las opciones de sus pilotos , que sucumbieron a Red Bull y asistieron, en primera fila, a la victoria del piloto neerlandés en Hungría.
Durante la carrera, y en el directo de DAZN, tanto Antonio Lobato como Pedro de la Rosa mostraron su incredulidad por la estrategia seguida por Ferrari en un domingo en el que tenían muchas opciones de dar un golpe sobre la mesa de la clasificación.
Lee más | Lando Norris y su confesión en DAZN: "Si me preguntas cómo conduzco, no tengo ni idea"
En este contexto, Lobato no se mordió la lengua y afirmó que "va a arder Maranello". "Vaya estropicio han vuelto a hacer", lamentó el narrador que siguió en esta línea cuando Verstappen atravesaba la línea de meta. ""Una serie de errores que se suman a los anteriores", continuó insistiendo.
De la Rosa también mostró su opinión y lanzó una crítica constructiva construida, entre otras cosas, alrededor del momento en el que decidieron montar los neumáticos duros a Charles Leclerc en plena batalla por la victoria y cuando lideraba la carrera.
"Hay muchas lecciones que aprender. En el momento en el que paras a Leclerc y montas un duro tan pronto para protegerte de un undercut...", aseguró el expiloto.
"Van a surgir muchas dudas en Ferrari"
Tras el podio, y justo antes del comienzo del post, Pedro de la Rosa volvió a expresar lo comentado anteriormente. "No subestimemos el palo de tener el parón de por medio porque van a surgir muchas dudas en Ferrari. La imagen de Binotto abandonando enfadado dice mucho. Cada vez dudamos más de la reacción de Ferrari porque los 1-2 no llegan", algo que fue subrayado por Lobato, quien lamentó que "le han metido tres paradas al pobre Leclerc".
"Si hubiesen hecho su carrera, independientemente de lo que hacían los demás, hubiesen acabado en el podio. Ha sido la sobrereacción a la defensa de los ataques que les han ido lanzando desde todos, les ha obligado a cometer muchos errores", apuntó el expiloto.