Valentino Rossi ha llegado al final de su camino en MotoGP. Se retira. Después de 26 años en la élite del motociclismo, después de vivir tres eras en la categoría reina, y habiendo presenciado varios cambios generacionales, se marcha el que muchos consideran como el mejor piloto de la historia.
Todo empezó en 1996, cuando un muchacho nacido en Urbino (Italia), pero criado en Tavullia, debutó en el campeonato del mundo de motociclismo, en el equipo Aprilia-AGV. Solo tardó diez carreras en conseguir su primera victoria. Era el presagio de una trayectoria repleta de éxitos.
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El circuito de Brno, en Republica Checa, fue el escenario que vio a Valentino Rossi ganar su primera carrera. Desde entonces, ha sumado 115 victorias, 235 podios, 65 poles y nueve inolvidables títulos mundiales.
Su paso por la categoría pequeña
En 1996 y 1997 compitió en 125cc y, con tan solo dos temporadas, le bastó para conseguir su primer mundial. En su segundo año ganó 11 de las 15 carreras, puntuó en 14 de ellas y solo se bajó del podio en dos.
El joven Valentino de 18 años no dejaba a nadie indiferente y, ya en 1998, subió a la categoría de 250cc.
En 250cc, volvió a ganar rápido
Tan solo tres carreras en el cuarto de litro le sirvieron para subirse a su primer podio, un 2º en el Circuito de Jerez, y en la séptima, en Assen, ya se hizo con su primera victoria.
En su primer año, 'Il Dottore' terminó 2º en la general, y en 1999, con nueve victorias y 12 podios, consiguió su segundo título mundial. Estaba preparado para aterrizar en la categoría reina.
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Un talento que se extiende por varias etapas de MotoGP
Cuatro años en el campeonato del mundo le sirvieron para llegar a la categoría reina. Rodeado de nombres como Max Biaggi, Kenny Roberts Jr, Alex Barros, Carlos Checa, Norick Abe o Loris Capirossi... Valentino Rossi llegó y ganó dos carreras a lomos de la Honda.
Pero el año 2000 solo era la antesala de lo que estaba por llegar. En 2001, el piloto italiano consiguió su primer título en 500cc. Al año siguiente, llegaron los motores de 990cc al mundial, y Valentino Rossi arrancó un dominio que marcaría una época.
Una leyenda que dominó las carreras
En 2002, 2003, 2004 y 2005 el himno italiano sonaba más que ninguno. Los dos primeros años, con Honda. Los dos siguientes, con Yamaha, la que se convertiría en la marca de su vida.
Hasta 2010, Rossi siguió presente en el podio, sumando dos títulos mundiales más, dos terceros puestos y un segundo, todos ellos con Yamaha. No le importó que en 2007 los motores cambiaran a 800cc: él seguía adaptándose.
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Sin embargo, en 2011 y 2012, se embarcó en una aventura italiana con Ducati que no fructificó. Tuvo que volver a Yamaha, de la que ya nunca se ha vuelto a separar, para conseguir tres subcampeonatos seguidos y un tercer puesto general en 2018, sus últimos grandes resultados.
Desde entonces, Rossi solo ha conseguido subirse al podio en tres ocasiones durante las últimas tres temporadas. Pero, por el camino, ha conseguido ganarse el respeto de un deporte en el que, durante más de un cuarto de siglo, se ha peleado con todos los que se han cruzado con él y lo ha ganado todo. Ha construido su leyenda y ha dejado un legado indestructible.
Ahora, ha llegado el momento de bajarse de la moto para afrontar una nueva etapa como Team Principal de su propio equipo de MotoGP y mentor de las próximas generaciones de pilotos italianos.
Porque, sobre todo, Valentino Rossi le ha enseñado a los niños del planeta tierra que ser feliz está por encima de cualquier otra cosa. Y, hasta hoy, él lo ha sido encima de la moto. A partir de ahora, lo será enseñándole a otros cómo llegar a lo más alto. 'Il Dottore' se retira de las carreras, pero nunca dejará de estar en MotoGP.