El GP de Estados Unidos congregó en Austin a miles de personas preparadas para disfrutar de la primera carrera del Mundial de Fórmula 1 después de la victoria lograda por Max Verstappen en Suzuka y que le confirmó, por segundo año consecutivo, como campeón del mundo.
El neerlandés y su compañero de equipo en Red Bull, Checo Pérez, tenían la misión de lograr, entre los dos, un mínimo de 26 puntos para asegurar el Campeonato de Constructores, un mero trámite para una escudería que ha vuelto a consolidarse como la mejor de la parrilla.
En la carrera, sin embargo, el fuerte viento comenzó a comprometer un liderato sólido de un Max Verstappen que sufrió un undercut por parte de Lewis Hamilton, que comenzaba a acercarse y que trató de adelantar al campeón del mundo a través de la estrategia.
La rápida parada del británico, que montó neumáticos duros y comenzó a volar en Austin, se vio replicada, en principio, por el neerlandés, que tiró con todo lo que tenía durante la vuelta siguiente para intentar defenderse antes de entrar a boxes.
Al entrar, en cambio, se truncó la estrategia del piloto de Red Bull. Una parada lentísima, superior a 11 segundos por un problema con el neumático delantero izquierdo, colocó a Verstappen no solo por detrás de Lewis Hamilton, sino también por detrás de Charles Leclerc, que paró al mismo tiempo que el neerlandés y que salió antes.
Max Verstappen quedó, obviamente, molesto con la situación y, por radio, envió un mensaje irónico a su equipo después de lastrar las opciones de victoria. "Maravilloso", espetó tras salir del pit lane. En cualquier caso, el neerlandés logró adelantar a Leclerc en pista.
La situación propició, de esta forma, una batalla entre Lewis Hamilton y Max Verstappen, algo especial después de lo vivido durante la temporada de 2021 y que se saldó con el título de campeón del mundo del piloto de Red Bull en una última vuelta de infarto en Abu Dabi.