Daniel Ricciardo será una de las ausencias significativas en la parrilla de salida del Mundial de Fórmula 1 la próxima temporada. El australiano será piloto probador de Red Bull después que McLaren no le renovase.
El natural de Perth regresa a la escudería austriaca, donde fue protagonista principal del año 2014 a 2018. Un lustro en el que ganó siete de sus ocho victorias en la competición de motor.
Ricciardo es la sonrisa de la F1. En su ya dilatada trayectoria de más de una década desde que debutara en 2011 al volante del HRT en sustitución de Narain Karthikeyan, ha sumado también un total de 32 podios, 1311 puntos, 3 poles y 16 vueltas rápidas aunque ningún título de campeón del mundo.
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En unas declaraciones al portal web 'Crash.net', el nuevo piloto probador de Red Bull ha definido su rol, no sin antes bromear con uno de los que sí regresa al 'Gran Circo' como es Nico Hulkenberg.
"Hulkenback... tiene que cambiarse el nombre, porque ya ha vuelto muchas veces. Ya no es 'berg', es 'back' (volver en español)", afirma Ricciardo sobre el que será compañero de Kevin Magnussen en Haas.
"Sin duda hay algo. Obviamente, me conozco mejor que nadie y sé lo mucho que me ayudará a sentirme mejor el año que viene, así que confío en tomarme el año sabático, porque sé que será bueno para mí"", añade el australiano.
Ricciardo y la inspiración en Alonso para su futuro regreso
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Después de mencionar a Nico Hulkenberg, Daniel Ricciardo también tuvo tiempo de fijarse en Fernando Alonso o Kevin Magnussen, que dejaron la Fórmula 1 durante un tiempo: "Por supuesto, cuando ves otros ejemplos, y muy buenos".
"Ya sabes, Alonso o Magnussen, por ejemplo, eso te tranquiliza. Todos estamos conectados de manera diferente, y el año de descanso podría tener un efecto distinto en todos nosotros", comenta el piloto probador de Red Bull.
"En realidad miro a Alonso, por ejemplo, alguien que ama las carreras todo el tiempo, y él teniendo ese tiempo libre y volviendo -siento que voy a tener que alejarme aún más de lo que él hizo para que sea incluso más fuerte para mí, para que me pueda beneficiar", añade Ricciardo.
"En resumen, ese tipo de cosas me animan. Es la guinda del pastel para sentir que he hecho lo correcto", finaliza el piloto australiano antes de un año que se presume más tranquilo que su década anterior en un asiento oficial de la Fórmula 1.