Simone Biles siempre es el centro de todas las miradas. La joven estadounidense de 27 años es un auténtico prodigio de la gimnasia y una de las deportistas más reconocidas en la actualidad.
Sin embargo, esta vez, Biles es protagonista por su valentía a la hora de afrontar un problema tan importante y delicado como lo es la salud mental. El ejemplo, en las Olimpiadas de Tokio 2020.
¿Qué le pasó a Simone Biles en Tokio 2020?
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La gimnasta nacida en Columbus, Ohio, sorprendió al mundo tras dar un paso al costado y no participar en la final de gimnasia artística por equipos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Muchos comenzaron a especular sobre si se trataba de problemas físicos o simplemente aburrimiento por no poder contar con público en las gradas. Pero el problema era mucho más profundo.
La propia Simone Biles se encargó de disipar todas las dudas: "Físicamente me encontraba bien, me veía en buena forma, pero internamente necesitaba dar un paso a un lado. Ahora necesito unos días para intentar un nuevo inicio".
También decidió no participar en la final individual de concurso completo, ni en las pruebas individuales para poder centrarse en recuperarse psicológicamente.
"Después de una evaluación médica, Simone Biles ha renunciado a participar en la final individual de la competición. Apoyamos de forma incondicional la decisión de Simone y aplaudimos su valentía al dar prioridad a su bienestar. Su coraje muestra, una vez más, por qué es un modelo a seguir", dice el comunicado oficial del equipo nacional estadounidense de gimnasia artística.
Biles logró sobreponerse a esta situación y reapareció en la final individual de equilibrio en barra, en la que se colgó la medalla de bronce que sabe a oro después de todo lo que ha pasado en las últimas semanas.
Simone Biles, un ejemplo para el mundo
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La gimnasta estadounidense se ha convertido en todo un ejemplo para el mundo. La salud mental es lo más importante y anteponerla a cualquier mérito deportivo es una demostración de coraje y amor propio.
Antes de anunciar su retirada de la prueba por equipos, Simone Biles publicó un post en Instagram que ya dejaba ver que no se encontraba en su mejor momento. "A veces pienso que tengo el peso el mundo sobre mis espaldas. Sé que me lo quito de encima y hago que parezca que la presión no me afecta, pero es condenadamente difícil. Los Juegos Olímpicos no son una broma".
Biles reconoció que retirarse de una competición "es muy poco característico" de ella. "Apesta que suceda aquí en los Juegos Olímpicos y no en cualquier otro momento. Pero, con el año que he pasado, en realidad no me sorprende", explicó la gimnasta.
“No quería entrar en ninguno de las otras pruebas cuestionándome. Pensé que sería mejor si daba un paso atrás y dejaba que las chicas salieran e hicieran su trabajo. Estoy orgullosa de cómo lo hicieron. Físicamente me siento bien, estoy en forma".
"Emocionalmente varía según el momento. Venir a los Juegos Olímpicos y ser la estrella principal no es una tarea fácil. Creo que la salud mental prevalece más en los deportes. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos. Es una mierda cuando estás peleando con tu propia cabeza".
Simone Biles y la salud mental
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Biles ganó cinco medallas, cuatro de ellas de oro, en los Juegos Olímpicos de Río 2016 con tan sólo 19 años y en su primera participación en una cita olímpica. Repetir semejante hazaña cinco años después, representando además a uno de los países más potentes, ha supuesto una carga mental importante sobre la gimnasta.
Ante su retirada de las pruebas más importantes de los Juegos Olímpicos, las redes sociales se volcaron con la joven estadounidense, a la que le mandaron mensajes de apoyo. Incluyendo algunos de sus compañeros de la villa olímpica, que conocen a la perfección cómo puede llegar a sentirse.
A veces nos olvidamos de que los deportistas no son máquinas y que el éxito también conlleva una responsabilidad y una presión muy difíciles de gestionar. A pesar de que intenten mostrar siempre lo bueno, el deporte, como la vida misma, también tiene su parte mala y mostrarla para concienciar a la sociedad y hacer ver que todos tenemos problemas es muy importante. Por eso, lo que ha hecho Simone Biles en Tokio 2020 tiene tanto valor.