Hace ya cinco años, concretamente en verano de 2016, Pita Taufatofua se hizo mundialmente conocido tras lucir su espectacular torso en la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El taekwondista, que participó en la cita defendiendo los colores de Tonga, tuvo un discreto papel a nivel deportivo, ya que cayó eliminado en el primer combate con un marcador de 16-1. Sin embargo, su figura ya era casi icónica y se hablaba más de su inmaculada belleza que de temas estrictamente deportivos.
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Su abrupta irrupción en el desfile de atletas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro le cambió la vida. Empezó a ser portada en revistas, recibió multitud de ofertas de varios patrocinadores y se convirtió en embajador de UNICEF. También estuvo tentado por Hollywood, pero aquel matrimonio no pudo llevarse a cabo.
Le ofrecieron protagonizar un remake de Elegidos para el triunfo, pero Pita Taufatofua decidió declinar la oferta.
"Dije que no porque iban a mostrarme como no soy. Mi objetivo nunca fue ser famoso e intento seguir siendo tan humilde como sea posible. Todo esto no me ha cambiado. Sigo las lecciones que me enseñó mi familia desde que era niño", ha explicado años después.
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Pero sin duda, Pita terminó de impresionar a propios y extraños cuando anunció que quería ir a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang 2018 como esquiador de fondo. El multidisciplinar atleta logró su clasificación y volvió a sorprender a todo el planeta llevando la bandera de Tonga como único representante de su país y desafiando a temperaturas bajo cero con su tradicional atuendo.
Pita Taufatofua y la también taekwondista Malia Paseka fueron los encargados de representar a Tonga en la cita de Japón.