Raúl Fernández dio un auténtico golpe sobre la mesa en el GP de las Américas de Moto2 al hacerse con la victoria y aprovechar la caída de su compañero de equipo, Remy Gardner, que además es su competidor por hacerse con el título de campeón del Mundial.
El piloto español dominó durante todo el fin de semana estadounidense y demostró que su mayor objetivo, coronarse como el mejor de la categoría, aún es muy posible. Y es que, tras la carrera celebrada en Austin, Raúl Fernández se ha colocado a tan sólo 9 puntos de distancia del líder del campeonato del mundo.
Además, con la victoria en el trazado norteamericano, el piloto de KTM ha igualado el récord de victorias de un rookie en Moto2...: Marc Márquez. En 2011, el de Cervera logró siete victorias en una temporada en la que se perdió las dos últimas carreras por lesión y en la que no pudo levantar el título de campeón del mundo.
Raúl Fernández aspira a ello. Atesora siete triunfos en el Mundial de 2021 y, a falta de dos vueltas para el final del curso, tiene al alcance de la mano a su compañero de equipo, que en el GP de las Américas se quedó, por primera vez en el presente Mundial, sin puntuar en un fin de semana.
Raúl Fernández: "Ahora sí depende de mí el Mundial"
Tras obtener su séptima victoria del curso, Raúl Fernández atendió a Izaskun Ruiz en el micrófono de DAZN y explicó sus sensaciones tras un fin de semana perfecto.
"He liderado todos los entrenos, no lo había hecho nunca en mi vida en ningún campeonato. Llámalo casualidad. Yo no creo mucho en las casualidades, yo creo muchísimo en el trabajo que hay detrás de todo esto y casualidad no es que haya empezado a trabajar con Pep y hayan empezado a venir los resultados".
"El centrarme en mí mismo, en no pensar más allá de esta carrera o este entreno... Es increíble, no tengo palabras. La verdad es que estoy en un momento muy bonito de mi vida en el que, aunque con altos y con bajos. Aunque todo parezca bonito, muchas veces cuando se gana es hasta más difícil de gestionar".
"Estoy muy contento. Toda mi familia y todo mi equipo se lo merece. Estamos luchando, un poco, contracorriente desde principios de año".
En cuanto al trabajo con Pep, un coach con el que trabaja desde hace unas semanas, Raúl explicó cómo lleva la presión y en qué medida le afecta.
"No es presión. Somos muy pequeños y hay muchas cosas. Hay cámaras, periodistas... Personas que, sólo con comentar cosas, parece que no pero te hacen daño y eso no sabemos gestionarlo. La presión deportiva no me afecta. Es al revés, cuanto más difícil lo tengo más lucho y con más ganas lo hago todo. Esa presión no me afecta, me afecta mucho más la personal: el proteger a mi familia, somos todos uno".
"Desde pequeño nos han vinculado a esto. El que, por ejemplo, mi hermano esté pasando un año muy complicado hace también que me afecte. Aunque todo parezca muy bonito y ganes carreras, es más difícil gestionarlo que cuando estás peleando por puntos. Él lo pasa mal, yo lo paso mal por él... Y es lo que estoy intentando gestionar, que vamos por buen camino".
Por otra parte, habló de su espectacular ritmo de puntuación y cómo está recortando las diferencias con su principal competidor, Remy Gardner.
"Ahora sí puedo decir que estoy cerca y depende de mí el Mundial. Pero depende de mí tener tranquilidad en todos los entrenos, el trabajar, el que si él está un segundo más rápido es porque yo no puedo. Y entender esto es lo que me está haciendo crecer".
"He tenido dos errores, me ha entrado dos veces el punto muerto y he dicho 'yo no tengo más, si me coge me coge. Yo he trabajado para esto, si me salgo de aquí caigo, no me puedo salir de aquí. Si tengo que hacer segundo voy a hacer segundo'. Esto es lo que me ha faltado en las dos carreras que me he caído".
Por último, se refirió a la relación que mantiene con Gardner, su compañero de equipo y rival por el título, a falta de pocas semanas para que se acabe el campeonato del mundo.
"No deja de ser un trabajo en equipo. A día de hoy nos jugamos el Mundial, pero esto no va más para allá, o eso intentamos. Ahora hay un poco más de rivalidad, pero es normal, peleas por un sueño. No es el hecho de no hablar con alguien, yo con él me llevo muy bien".
"Si esta noche o mañana tengo que quedar con él para comer quedaríamos, y yo creo que por él también. Por ambas partes. Pero ya está la tensión, y esa rivalidad no la llevamos a pelearnos, pero la llevas al hecho de que estás peleando por el sueño de tu vida. Está la cosa más centrada en lo nuestro".