El Leicester de Brendan Rodgers no levanta cabeza. Después de empatar contra el West Ham en el King Power Stadium, ya son cinco los partidos que encadena sin ganar. Sin embargo, en esta ocasión, los tres puntos se escaparon de la forma más cruel e injusta posible.
Los Foxes comenzaron el partido recibiendo un duro revés de un Jarrod Bowen que está en estado de gracia y ya acumula 8 goles esta temporada. El atacante del West Ham cazó un buen centro y pilló completamente dormida a la defensa del Leicester, que no pudo evitar que la pelota entrara en la portería.
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El conjunto local tenía la posesión y buscaba la reacción por medio de Tielemans, uno de los jugadores más activos, pero la falta de acierto y el buen hacer de los Hammers no le permitió progresar.
Cuando los de David Moyes tenían el balón, se acercaban con peligro al área de Schmeichel. Jarrod Bowen disfrutó de una ocasión muy clara a la media hora de encuentro, pero la defensa del Leicester estuvo atenta para sacar la pelota en la línea de gol.
Justo antes del descanso, Cresswell sacó el codo a pasear dentro del área y el árbitro señaló penalti a favor del Leicester que terminó transformando Tielemans para poner el empate en el marcador.
En la segunda parte, el Leicester salió en busca de la remontada y en el 57' Ricardo Pereira se elevó para cabecear un gran centro y marcó el 2-1. Tanto los jugadores como el King Power Stadium lo celebraron con rabia, conscientes de la importancia de conseguir por fin un triunfo y acabar con la mala racha de resultados.
Los de Brendan Rodgers lo intentaron una y otra vez mientras que el West Ham esperaba su oportunidad. Benrahma sembró el pánico en Leicester con dos ocasiones en los últimos diez minutos que obligaron a Schmeichel a sacar sus mejores armas.
Cuando todo parecía sentenciado para los Foxes, ocurrió lo inesperado. Craig Dawson apareció como un avión dentro del área para rematar un córner y empatar el partido en el 91'. El jugador del West Ham se ayudó claramente del brazo para meter el balón en la portería, pero ni el árbitro ni el VAR decidieron intervenir en la jugada.
Duro correctivo para un Leicester que había trabajado mucho por conseguir esta victoria.