La segunda jornada de la Premier League deparaba un derbi londinense en el Emirates Stadium entre el Arsenal y el Chelsea. Los de Mikel Arteta se presentaban en el partido tras caer derrotados en el inicio de la competición ante un recién ascendido como el Brentford.
El Chelsea de Tomas Tuchel, campeón de la Champions y supercampeón de Europa, llegaba tras vencer claramente en otro derbi de Londres, ante el Crystal Palace, en la primera jornada en Stamford Bridge.
Además, el enfrentamiento entre gunners y blues traía consigo otro hecho noticiable: la titularidad de Romelu Lukaku. El ariete belga, fichado por el Chelsea procedente del Inter de Milan, volvía a enfundarse la elástica del Chelsea.
Lukaku significa peligro y, de hecho, el futbolista formado en el Anderlecht necesitó tan solo 14 minutos para hacer su primer gol en una nueva etapa con el Chelsea en la Premier League. Un pase de la muerte de Reece James desde la banda derecha propició el primer tanto del portentoso delantero que, además, mandó a callar al Emirates y ponía todo de cara para el equipo de Tuchel.
En la segunda parte, el poderoso delantero volvió a ser sinónimo de peligro. Obligó a Leno a hacer una sensacional intervención para evitar el segundo en la cuenta del belga tras un excelente centro de Mason Mount que Lukaku buscaba coronar con un potente remate. Una genial carta de presentación para un delantero superlativo.