Para el campeón unificado Anthony Joshua la defensa de los tres cinturones contra Oleksandr Usyk es "sólo una pelea".
El británico de 31 años pondrá sobre la línea las coronas IBF, WBA y WBO contra el ucraniano, ex campeón indiscutido del peso crucero, este fin de semana en el estadio Tottenham Hotspur de Londres.
Los dos han intercambiado pequeñas amenazas durante las semanas previas al combate y en el pesaje del viernes intercambiaron sonrisas y un apretón de manos. Dejando para el ring todas las hostilidades.
Tras cumplir con la ceremonia de pesaje, Joshua explicó que no sentía demasiada animosidad y que esperaba un ambiente positivo en la que probablemente sea la mayor pelea de Gran Bretaña después de la crisis sanitaria.
"No sé qué esperar en términos de abucheos y porras. Es agradable que la gente haya salido, incluso Usyk recibió gritos de apoyo", dijo.
"Mientras el boxeo gane, todos ganamos".
"Respeto, miedo, es sólo una pelea. Hacemos lo que podemos. Entrenamos... No voy a ser irrespetuoso, él ha logrado cosas fenomenales. Buena suerte para él y espero que sea una buena pelea".
"Vamos a cumplir. Respeto a él por entrenar, respeto a mi equipo por traerme aquí".
Joshua pesó 240 libras, más de 8 kilos que Oleksandr Usyk. Sin embargo, el campeón no se mostró preocupado por la diferencia.
"No me preocupo por mi peso. No sé por qué hay tanto problema con los pesos pesados. En algún momento llegué a pesar 18 y pico, pero aún así me las arreglé para lanzar combos y aguanté 12 asaltos", dijo.
"Mientras esté suelto y sea ágil, debería ser bueno. Si tuviera más peso para hacerlo, debería ser capaz de hacerlo".
"Por supuesto que no voy a hablar de mi plan de juego. No hay un plan de juego. Es una victoria. Sólo rezo, doy lo mejor de mí y eso es todo, sinceramente. Visualizar, rezar, meditar y dar lo mejor de mí".