Algo especial ocurrió en el noveno asalto de la victoria de Anthony Joshua sobre Kubrat Pulev en diciembre.
El campeón mundial unificado de los pesos pesados olió la sangre después de derribar a Pulev por tercera vez en la pelea y se convirtió en uno de los más peligrosos con su poder de puños al noquear al búlgaro. La victoria elevó su porcentaje de KO a casi el 92%.
Con ello, Joshua retuvo sus títulos y de paso recuperó un poco de credibilidad que había estado ausente en sus dos últimas peleas.
Aunque en el combate anterior superó a Andy Ruiz por decisión unánime para recuperar su corona mundial unificada de los pesos pesados, AJ se mostró táctico, pero bastante dócil, tras haber aprendido la lección de buscar la pelea al tu por tu con el mexicano en el combate anterior.
Contra Pulev, Joshua volvió a la brutalidad.
Y eso es lo que espero que ofrezca contra Oleksandr Usyk el próximo sábado por la noche en el estadio Tottenham Hotspur de Tottenham, Inglaterra, y en directo por DAZN. El combate marca la tercera pelea de Usyk en el peso pesado y Joshua debe demostrar que el ucraniano está mordiendo más de lo que puede masticar.
Joshua está obligado a detener a Usyk, orillarlo a sufrir su primer descalabro profesional, pues eso es lo que haría el rey mandamás de la división ante quien amenaza sus planes de hacerse con el título indiscutido.
Tras dominar a los pesos crucero, Usyk encadenó con éxito dos triunfos, uno ante Chazz Witherspoon en su debut en la máxima categoría en octubre de 2019 y luego se impuso por decisión a Dereck Chisora en octubre de 2020.
Usyk rezuma habilidades desde la postura del zurdo y eso lo convierte en un rival difícil para cualquiera que decida ponerse a prueba.
Precisamente por eso, Joshua no debería jugar con las probabilidades y asentarse en un boxeo elusivo. Independientemente de su estrategia AJ está obligado a demoler a Usyk. Sacando provecho de sus 1,80 metros y su diferencia de alcance.
Tiene que demostrar a Usyk que, a pesar de la brillantez del ucraniano en el peso crucero como campeón indiscutible, el peso pesado es una bestia totalmente diferente y que hay niveles en el boxeo.
En pocas palabras: Anthony Joshua tiene que intimidar a Usyk. Y eso es exactamente lo que creo que hará, aunque tenga que superar algunos baches en el camino.
¿De qué otra manera puede AJ, de 31 años, llegar a una posible pelea por el campeonato de peso pesado indiscutible contra el ganador de la próxima trilogía Tyson Fury-Deontay Wilder por la correa del WBC? Una destrucción de Usyk sería el trampolín adecuado para un soberano de los pesos pesados como el británico.
Esperen un dominio absoluto de Joshua. Es la única manera de que el dos veces campeón mundial unificado de los pesos pesados dé la bienvenida a un boxeador sólido como Usyk a la división y le haga saber que atreverse a ser grande tiene sus consecuencias.