En solo seis rounds el peleador mexicano Esteban Bermúdez destrozó todos los pronósticos y se convirtió en campeón mundial minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo.
En la pelea estelar de una velada organizada en el Foro Viena de la Ciudad de México, el peleador de Nezahualcoyotl arrancó la contienda cediendo terreno ante el venezolano Carlos Cañizalez – quien llegó a la capital mexicana dispuesto a poner en juego por tercera ocasión el cetro que conquistó en Japón en 2018.
Sin embargo, al sexto episodio una mano derecha a la mandíbula que llevaba todas las malas intenciones mandó desmadejado a la lona a Cañizalez, quien haciendo acopio de fuerzas se incorporó para seguir, después de la cuenta de protección, pero tan pronto como se reanudó fue alcanzado por otro bombazo que lo dejó en peores condiciones. El referi Guillermo Pérez se vio obligado a detener las acciones.
Con este resultado Bermúdez dio una de las sorpresas más grandes, pues en las apuestas era el menos favorecido por un amplio margen; mientras que el venezolano sufrió su primer descalabro en 24 encuentros profesionales.
Durante la semana Bermúdez había destacado el camino que lo llevó a la disputa de título mundial no fue nada sencillo, sobre todo desde que estalló la crisis sanitaria que lo obligó a dejar de lado el gimnasio para enfocarse en llevar comida a su familia. Bermúdez aseguró que durante este tiempo – a falta de peleas de donde poder sacar sustento – se enfocó en conducir un taxi, vender mercancía en mercados públicos y hasta albañilería.
Como pelea de apoyo a la velada el prospecto capitalino David Carmona se impuso por la vía de la decisión al colombiano Belmar Preciado y adueñarse del campeonato Supergallo Fecarbox. Las tarjetas fueron entregadas a favor de Carmona por 96-94, 98-93 y 97-95.