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Boxeo

Crawford vs. Porter: Es la hora de hacer y de callar para Terence Crawford

Steven Muehlhausen
Crawford vs. Porter: Es la hora de hacer y de callar para Terence CrawfordDAZN
¿Podrá Terence Crawford estar a la altura de las circunstancias?

Terence Crawford se sentó previo a su choque por el título welter de la WBO contra Shawn Porter, frío, tranquilo y sereno. Y aunque la cuenta regresiva casi llega a cero fue un hombre de pocas palabras. 

Crawford parecía diferente con su pants blanco, respondiendo a las preguntas, siendo juguetón con su entrenador y amigo Brian "Bo-Mac" McIntyre, y haciendo girar el cinturón de la WBO con el dedo mientras el entrenador y padre de Porter, Kenny, hablaba de la pelea. 

Las cosas no son lo mismo. Crawford al fin consiguió la pelea que había estado buscando desde que reinaba en el peso superligero y ahora en el welter. Crawford sabe a lo que se enfrenta este fin de semana cuando se encuentre sobre el ring al ex bicampeón de las 147 libras. 

Para Terence Crawford, es el momento de levantarse y callar bocas.

"Es poner o callar para mi", dijo Crawford en la presentación de su pelea en octubre para anunciar formalmente la pelea con Porter. "Shawn sabe a qué se va a enfrentar. Vamos a dar a los aficionados una gran noche de boxeo. Habrá fuegos artificiales desde la primera campana hasta el round 12, si es que dura tanto. A diferencia de otros peleadores con los que ha peleado, yo soy diferente. Cuanto más presione él, más voy a presionar yo. Cuanto más venga él, más voy a venir yo". 


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Terence Crawford es un campeón mundial en tres divisiones diferentes. Ha ganado títulos en el peso ligero, en superligero y en welter. Pero es en las 140 libras donde Crawford se ha hecho un nombre elite.

Crawford se consolidó como uno de (y tal vez) el mejor peleador libra por libra en el boxeo al limpiar la división de 140 libras y convertirse en el campeón indiscutido en un nocaut de agosto de 2017 sobre Julius Indongo. 

Tras desmantelar la división, Crawford subió a las 147 libras. Donde el camino no fue sencillo, ya que desafió a Jeff Horn por la correa de la WBO en junio de 2018. Horn, que venció a Manny Pacquiao - aunque de forma controvertida - para ganar la corona debía poner a prueba a Crawford. El oriundo de Nebraska se encargó del australiano con relativa facilidad al detenerlo en el noveno para convertirse en el nuevo monarca.

A continuación, acabó con José Benavidez Jr., Amir Khan, Egidijus Kavaliauskas y Kell Brook para consolidarse como uno de los hombres a vencer. Sin embargo, la misma pregunta siempre aparecía en las conversaciones previas y posteriores a sus combates, independientemente de lo impresionante que fuera Crawford dentro del ring. 

"¿Cuándo va a aterrizar Crawford peleas ante boxeadores del calibre de Errol Spence, Keith Thurman, Danny García o Shawn Porter?".

Una de las razones que dificultó su camino es que Crawford pelea bajo la bandera de Top Rank mientras que Spence, Porter, Thurman y García pelean para Premier Boxing Champions, donde las relaciones no son de lo mejor. 

La pelea que los aficionados piden desde hace años es la de Crawford contra Spence. Dos púgiles invictos en el mejor momento de sus carreras. El que gane será un argumento convincente para ser el púgil número 1 de la libra por libra. Sin embargo, el hacer combates significativos entre dos conjuntos promocionales diferentes tiene su grado de dificultad. Las dos entidades promocionales, por las buenas o por las malas, fueron capaces de realizar dos combates entre Tyson Fury y Deontay Wilder. Esos combates dieron la esperanza de que Crawford consiguiera por fin lo que tanto ansiaba.

Ver los dos clásicos para determinar el mejor peso pesado del mundo con las promociones rivales trabajando juntas para hacerlo realidad sólo consiguió irritar más a Crawford, que suele ser de modales suaves y de ánimo parco en las entrevistas. Dijo que se demostró por qué la gente que dirige la PBC le mantuvo a distancia para que no pudiera poner sus manos sobre Spence, Thurman, Porter y García.

"Porque soy una gran amenaza", dijo Crawford a DAZN News. "Si yo no fuera una amenaza tan grande para ellos y para su establo, entonces no estarían haciendo las cosas que han estado haciendo. Si Wilder y Fury se pueden hacer, también se puede hacer cualquier otra pelea con el establo de la PBC. Pero saben que soy la mayor amenaza para cualquiera de los otros en la división. Lo único que pude hacer fue sentarme y reírme de todas las payasadas que están haciendo y que intentan alejarme de ellos".

Con todos los elogios que ha cosechado, el atractivo de una megapelea seguía molestando a Crawford. Todo lo que quería era una oportunidad. Señalaba sus victorias sobre Viktor Postol y Kavaliauskas como prueba de que había vencido a púgiles de primera categoría. Postol dio al actual campeón de las 140 libras, Josh Taylor, y al ex campeón unificado del peso supeligero, José Ramírez, una noche difícil antes de quedarse corto. Pero el fanático tiende a olvidar que Postol llevó a Crawford a la distancia, algo que no sucedía desde 2014. Kavaliauskas dio a la estrella en ascenso y al principal contendiente del peso welter Vergil Ortiz su prueba más grande hasta la fecha. 

Pero no hay que confundir, PBC no estuvo llamando a la puerta de Top Rank para asegurar el encuentro ante Porter. Todo se redujo a que la WBO ordenara la pelea, ya que Porter era el número uno del ranking y si Crawford no lo enfrentaba podría perder el título. Crawford no iba a entregar su cinturón, y Porter nunca ha rechazado una gran pelea en su carrera. Por eso se llegó a un acuerdo que evitó que el combate se fuera a subasta.

Según BetMGM,

Crawford es favorito por 6-1 para vencer a Porter y de vencerlo Crawford avanzaría una casilla más cerca de Spence, Thurman y García, las peleas que Crawford ha estado buscando toda su carrera. 

"Es un movimiento comercial para ellos", dijo Crawford. "Al fin y al cabo, quieren quedarse con todo el dinero que puedan. No les critico por ello, pero al mismo tiempo es malo para el deporte tener esa excusa de decir: 'Oh, está al otro lado de la calle'. Eso es una tontería".

Si Crawford hace lo que indican las probabilidades y los expertos, el púgil de 34 años aspiraría a los retos más grandes: Spence, Thurman, García, Yordenis Ugas, Taylor o Jermell Charlo. 

Pero primero lo primero para "Bud". Antes de que empiecen las charlas, hay que enfrentarse al rudo Porter, un antiguo bicampeón del peso welter que ha estado en el ring con Spence, Thurman, García y Brook. Llevó a Spence al límite al perder una estrecha decisión en una de las mejores peleas en 2019. Perdió decisiones ajustadas con Brook y Thurman cuando estaban en sus mejores momentos. Pero venció a García y Ugas cuando estaban en su mejor momento.

Crawford ha noqueado a sus últimos ocho oponentes y 11 de sus últimos 12 que se remontan a 2015. Sin embargo, Porter nunca ha sido detenido y sólo ha sido enviado a la lona en su victoria sobre Adrien Broner y Spence. Es un bulldog dentro del ring con su constante presión y poder en ambas manos.

Porter está en la cima de su juego, y es el oponente que Crawford ha estado buscando para acallar a todos los detractores. Una victoria lo conseguiría. Por otro lado, una derrota daría la razón a los que dicen que Crawford nunca podría vencer a la flor y nata del deporte de los puños. 

Después este sábado, la vida le cambiará de una manera u otra a Terence Crawford.  

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