Derek Chisora y Kubrat Pulev tuvieron que ser separados por múltiples guardias de seguridad cuando sus emociones se desbordaron en lo que fue en gran medida una conferencia de prensa respetuosa.
La pareja de pesos pesados se enfrentará por segunda vez tras la dominante victoria del búlgaro en 2016, y una repetición de la victoria de Pulev podría significar el fin de la carrera de Chisora al más alto nivel.
Durante la rueda de prensa de hoy, Chisora se refirió en varias ocasiones al tórrido momento en varias ocasiones, pero insistió en que seguiría peleando independientemente del resultado que obtenga esta vez contra Pulev.
Las interrupciones de Pulev durante la última conferencia de prensa llevaron a Chisora a decirle que "se callara la boca". Esto provocó la sonrisa de Pulev, pero la alegría amenazó con volverse desagradable durante el cara a cara.
En un principio, Pulev compartió un apretón de manos, pero arrastró la mano de Chisora hacia abajo, como si se tratara de una llave de lucha. Chisora apretó la mano de Pulev y se negó a soltarla mientras tiraban el uno del otro.
La seguridad rodeó el escenario, y fue necesaria media docena de guardias, así como miembros de cada equipo, para separarlos finalmente antes de que comience la verdadera acción este sábado.