Los hombres y las mujeres se juegan la vida cada vez que pasan por las cuerdas para prepararse para el combate. Un golpe en el punto perfecto puede acabar con sus vidas. Por eso, cuando los expertos y los aficionados dicen que un peleador "evita" a otro, no siempre es así.
Se llama cautela. Un peleador puede no querer enfrentarse a alguien por una letanía de razones. Las explicaciones incluyen las económicas, lo que gana un púgil al enfrentarse a otro, el tiempo, y simplemente la cuestión de tener tal desprecio por el otro que no quiere darle el brillo y la oportunidad de triunfar.
Esa ha sido la razón por la que el campeón de peso medio de la WBO, Demetrius Andrade, ha sido incapaz de conseguir una pelea significativa, y por la que hasta su última pelea con Shawn Porter el titular de peso welter de la WBO, Terence Crawford, no pudo conseguir un combate significativo. El siguiente en esa lista es Devin Haney (26-0, 15 KOs), quien al fin se enfrenta a su prueba más dura hasta la fecha el sábado, cuando ponga en juego su título de peso ligero del WBC contra el ex campeón de las 130 libras Joseph Díaz.
Al igual que Andrade y Crawford, Haney es el más temido en las 135 libras. Desafió a Vasyl Lomachenko cuando no era lo más normal. En lugar de enfrentarse a Haney, Lomachenko solicitó ser designado campeón "franquicia" del WBC y se le concedió el estatus. Quería enfrentarse a Ryan García e incluso fue a Dallas para ver a "KingRy" pelear con Luke Campbell en enero. Esa pelea no se realizó. En Fresno, en la contienda entre Mikey García y Sandor Martin, Haney se plantó al entonces campeón unificado del peso ligero, Teófimo López. López no pareció mostrar demasiado interés y luego procedió a perder sus cinturones ante George Kambosos el sábado pasado. Gervonta Davis no ha mostrado mucho interés. "Tank" parece estar más interesado en competir contra la competencia de nivel B y hacer tanto dinero como sea posible en lugar de peleas que determinarían su legado.
La buena noticia para Haney es que Díaz (32-1-1, 15 KOs), un olímpico de 2012, estaba dispuesto a probarse.
"Estos tipos, no se apresuran a entrar en la habitación conmigo, y se ha demostrado", dijo Haney a DAZN News.
"Estos tipos, no quieren pelear conmigo. Pero estoy feliz de que Jo Jo Díaz haya dado un paso al frente. Ningún peso ligero ha luchado contra una oposición más dura en el papel que yo este año. Teófimo fue allí y venció a Loma (Vasyl Lomachenko). Sí, lo hizo. ¿Pero qué ha hecho desde entonces? Yo he luchado contra la oposición más dura sobre el papel".
Para muchos púgiles, no conseguir las peleas que aseguren su legado puede ser frustrante. Pero, más que nada, cuando todo esté dicho y hecho, y él esté retirado, Haney quiere ser recordado como un grande de todos los tiempos. Haney admite que ha habido un poco de frustración hasta este punto. Sin embargo, eso cambió una vez que el contrato de Díaz fue firmado, sellado y entregado.
"Estoy feliz de estar un paso más cerca de estar donde quiero estar en la división", dijo Haney.
"Pero todo comienza con el 4 de diciembre. Demostraré por qué estos tipos no están ansiosos por subirse a un ring conmigo, por qué tengo tantas habilidades, por qué me temen."
Hace dos semanas, Andrade detuvo a Jason Quigley en el segundo asalto. Un día después, Crawford detuvo a Shawn Porter en el décimo. Ahora, es el turno de Haney. El pensamiento predominante de cara al sábado es que Haney necesita una victoria para demostrar su punto de vista y conseguir una pelea con García, Lomachenko, Davis, y el recién coronado campeón unificado George Kambosos. Aunque no lo dijo abiertamente, si se lee entre líneas, Haney tiene una premonición de lo que va a hacer a Díaz.
"Jo Jo Díaz no es alguien que se pueda tomar a la ligera sobre el papel", admite Haney.
"Nunca ha sido noqueado. Tiene una derrota contra Gary Russell, y fue al principio de su carrera. Así que, sobre el papel, no es sencillo. Lo que haga el 4 de diciembre debería ser suficiente. Pero espero hacer mucho más de lo que la gente cree que voy a hacer".