No fue la pelea que Devin Haney quería. Sin embargo, es la que estaba obligado a tomar, ya que puso en juego los cinturones de la IBF, WBA, WBC y WBO el sábado contra George Kambosos Jr. en el Rod Laver Arena de Melbourne, Australia. ¿Cómo pudo Haney mejorar su actuación respecto a la primera pelea en junio?
Haney demostró por qué es el campeón indiscutido ligero al superar a Kambosos de principio a fin con un boxeo superior, ajustando sobre la marcha, y mostrando el poder que muchos fans han querido ver de él para ganar por decisión unánime 119-109, 118-110, 118-110.
Kambosos salió cambiando de postura en un intento de confundir a Haney. Haney tardó dos asaltos en descubrir el ritmo y la sincronización de Kambosos. Haney reafirmó lo que hizo hace cuatro meses durante los diez asaltos restantes. Luchó sobre todo de pie en el centro del cuadrilátero, lanzando el jab, sentando sus golpes y lanzando un golpe de poder tras otro.
El ataque bloqueó a Kambosos, que parecía confundido y tenía un plan secundario después de que Haney neutralizara el primero para perder su segunda pelea consecutiva contra "El Sueño".
Haney tiene muchas opciones. Podría subir a las 140 libras o permanecer en las 135 y esperar a que se produzcan peleas contra Gervonta Davis, Ryan García o Vasyl Lomachenko.
"Nos enfrentaremos a todos los rivales", dijo Haney en su entrevista posterior al combate. "No importa quién sea, queremos luchar contra los mejores púgiles del mundo. Creo que soy el mejor del mundo. Sea quien sea el próximo, que venga".
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