A casi una semana del show entre Vitor Belfort y Evander Holyfield los analistas Nick Catterall y Adam Peet reaccionaron con disgusto ante el show.
En declaraciones a JABS como parte del DAZN Boxing Show, Peet y Catterall consideraron el espectáculo del fin de semana como uno de los peores eventos en el boxeo actual.
Catterall dijo: "Espero que esto sea lo más bajo. Espero que esto sea lo más bajo que pueda caer el boxeo. En esta extraña era del boxeo de circo que estamos viviendo ahora".
"Puedo vivir con los boxeadores de YouTube que atraen a una nueva audiencia y eligen a sus oponentes a dedo. Puedo [soportar] que las organizaciones de boxeo lo pasen por alto en los reglamentos, porque lo hacen todo el tiempo".
"Pero lo que no puedo tolerar es que antiguas leyendas de casi 60 años reciban licencias para boxear, que se las vendan al público como si fueran boxeo profesional y que nos tomen el pelo o nos engañen".
"Es una basura. Eso es lo que no puedo soportar. Ha sido absolutamente vergonzoso. Esto es lo más bajo que vamos a caer".
Peet estuvo de acuerdo, diciendo: "Muchos de nosotros en este juego tenemos que ... tomar un poco de autoridad en esta situación. Me refiero a las comisiones, a los organismos sancionadores, a los promotores y a los encargados de transmitir estas contiendas".
"Durante los últimos cinco, seis años, hemos estado mintiendo a los aficionados, les hemos estado vendiendo un cuentacuentos, les hemos estado diciendo que les estamos dando lo mejor contra lo mejor, les hemos estado diciendo que les hemos dado el número uno contra el número dos".
"[Los aficionados ocasionales], son los más importantes en este juego. Están sedientos de acción. Están sedientos de ella. Pero se han ido a otra parte para ir a saciar esa sed. Lo que ha sucedido es que tenemos YouTubers, tenemos celebridades, tenemos chicos de otros deportes. Y tenemos peleadores retirados que salen para un último baile. Ahí es donde la atención se ha ido para el aficionado casual".
"Cuando eso ocurre, los buitres empiezan a circular, empiezan a ir por ahí y a pensar para sí mismos como unos cuantos, bastantes hombres aquí, vamos a meternos ahora hay gente dentro del juego del boxeo. Pero lo que también ha hecho es atraer a gente que no tiene ninguna consideración con el mundo del boxeo. No se preocupan por la salud y la seguridad de ningún boxeador en absoluto. Sólo les interesa llenarse los bolsillos".