La reciente noticia de que Errol Spence Jr. se vió obligado a cancelar la súper pelea por el campeonato del peso wélter contra el legendario Manny Pacquiao fue una noticia deprimente para la mayoría de los aficionados al boxeo, especialmente si se tiene en cuenta la probabilidad de que Pacquiao se haya retirado para cuando el estadounidense se recupere de su desgarro de retina está más que vigente.
Pac-Man y su entrenador, el reconocido Freddie Roach, han mantenido el discurso de que será en el 2022 que la carrera política de Pacquiao será el centro de atención, y con el ex campeón mundial de los ocho pesos ahora con 42 años, ciertamente no parece haber espacio para muchas más peleas.
"Una o dos" en 2021 fue la valoración de Roach el año pasado en plena pandemia de COVID-19, y con Pacquiao fijado para Las Vegas el 21 de agosto contra el sustituto de Spence, Yordenis Ugas, puede que no haya tiempo para el "dos" después del "uno".
Pacquiao lo admitió en una reciente entrevista con Betway Insider USA, explicando: "Todo está en juego, ya que ésta podría ser mi última pelea. Es mejor que termine la carrera con una actuación espectacular".
"Los legados son subjetivos en la mente de los aficionados. Por supuesto, una victoria mía después de tanto tiempo fuera sería muy grande para mi país y mi familia".
"Me siento muy bien. Mi equipo confía plenamente en mis capacidades, incluso a los 42 años, y nota que todavía tengo lo necesario para enfrentarme a rivales de élite. Aunque el periodo de recuperación de una persona de 42 años no sea el mismo que el de un peleador de 25 años, me sigue gustando lo que hago. Disfruto entrenando y cada día aprendo más de mí mismo.
"Todo es alto secreto, por supuesto. Me estoy entrenando y desafiando a diario, y me siento inspirado para rendir al máximo debido a que éste podría ser mi último combate. Nunca he hecho pronósticos. Siempre subo al ring listo y preparado para todo".