El escocés Josh Taylor se convirtió el sábado por la noche en campeón indiscutible del peso superligero con una victoria sobre José Ramírez, y no pudo más que reconocer que este triunfo fue gracias al trabajo de toda su vida.
Con 30 años, Taylor se convirtió en el primer campeón mundial indiscutible de Gran Bretaña que ostenta los cuatro cinturones principales gracias a una decisión unánime 114-112, 114-112 y 114-112 que conquistó sobre el mexicoamericano José Carlos Ramírez.
Aunque Taylor tuvo un breve problema con un corte en el ojo en el cuarto asalto, hizo valer su dominio en el sexto y séptimo asalto, cuando dejó caer a su rival dos veces en asaltos sucesivos.
Tras el combate, Taylor declaró: "Estoy extasiado. He entrenado toda mi vida para esto".
"He dedicado toda mi vida a este momento. He soñado con ello muchas veces. Estoy tan, tan feliz. Estoy en la luna. He entrenado para este momento toda mi vida".
Los preparativos del combate estuvieron marcados por una serie de intercambios agresivos entre ambos, y antes de la pelea los dos participaron en una pelea a empujones, pero Taylor explicó que la agresión era simplemente parte de un plan de juego, y no indicaba ningún tipo de mala sangre por su parte.
"No tengo más que amor por Ramírez", afirmó tras su victoria.
"Esta semana no fue una falta de respeto. Todo formaba parte de los juegos mentales para meterse en su cabeza, para que tuviera más ganas de lanzarse a por mí y ser más agresivo, para usar su agresividad contra él".
"Pensé que las tarjetas de puntuación estaban un poco apretadas. Pensé que eran más amplias que eso. No estaba muy contento con la selección de los jueces, pero no iba a quejarme. De todos modos, confiaba en ganar el combate".