El campeón kazajo Gennady Golovkin superó la prueba de fuego para enfrentarse a Canelo Álvarez en otoño, pero es consciente de que tendrá que hacer algo más si quiere robar el espectáculo en septiembre.
Al vencer a Ryota Murata para unificar dos de las cuatro principales coronas en peso medio fue clave para que el kazajo avanzara un paso más para cerrar el duelo con el mexicano, pero después de cuatro asaltos, sus allegados pudieron estar un poco preocupados por una posible segunda derrota en su carrera.
Es difícil criticar a Golovkin por su actuación en Japón, que le llevó a derrotar a Murata en el noveno asalto, pero su nivel de exigencia es muy alto.
Uno de los campeones más dominantes de la era moderna, Golovkin sólo ha sido excelente o excepcionalmente bueno. Al cumplir los 40 años en la semana de esta pelea y sacudirse más de un año de óxido en el ring, ¿es justo aceptar una salida ordinaria de un boxeador que ha sido extraordinario durante mucho tiempo?
Al comer golpes, particularmente al cuerpo, en las etapas tempranas de la pelea, Golovkin no parecía un hombre que estuviera listo para Canelo en septiembre, pero esa perspectiva cambió cuando la pelea pasó de la mitad. Con su potente jab que se convierte a menudo en un poderoso gancho de izquierda, "GGG" recordó al público de lo que es capaz, pero ¿será eso suficiente dentro de cinco meses?
La victoria es una moneda valiosa en el boxeo, y Golovkin se sentirá aliviado de haber conseguido salir con la mano en alto y de poder descansar mientras espera el próximo movimiento de Canelo.
El mexicano está programado para enfrentarse a Dmitry Bivol el 7 de mayo, y si tiene éxito, una trilogía es lo siguiente. Golovkin es plenamente consciente de lo que puede esperar de su gran rival, pero también sabrá que es necesario mejorar si quiere superar el resultado de Murata.
La estrella japonesa es un rival capaz y valiente a más no poder, pero no es Canelo.
A Golovkin le espera el mejor boxeador del mundo, con el que ha compartido 24 asaltos, pero es un púgil en trayectoria ascendente.
Recordar a la gente que es un boxeador de clase mundial es una casilla marcada por Golovkin contra Murata. Tendrá que ir un poco más allá si quiere asegurarse la mayor victoria de su ilustre carrera a finales de este año.