Jai Opetaia es el nuevo campeón crucero de la IBF tras vencer a Mairis Briedis con una decisión unánime en el Centro de Convenciones de Gold Coast en Australia.
No cabe duda de que este combate será uno de los más importante de la carrera de Opetaia, pues se mantuvo a la altura a pesar de haber sufrido una fractura desde el segundo round.
Briedis consiguió aterrizar su mano derecha con frecuencia en el primer asalto, pero recibió un golpe temprano cuando se produjo un corte sobre su ojo derecho. El letón continuó utilizando la mano derecha en el segundo asalto, obligando a Opetaia a cerrar, pero el australiano ganó confianza en los últimos compases antes de recibir ese uppercut que le rompió la mandíbula.
A pesar de sufrir una lesión que podría llevar a los púgiles a ser cautelosos, Opetaia se enfrentó a Briedis y le propinó los golpes más eficaces y dañinos y para el último tercio de la contienda recibió fuertes golpes que no lograron hacerlo claudicar.
El castigo le pasó factura a Breidis, que al final del cuarto tenía la nariz llena de sangre y en el sexto recibió un brutal golpe al cuerpo.
Durante la segunda mitad del combate, estaba claro que Opetaia empezaba a bajar el ritmo, pero mientras Briedis buscaba aumentar la presión, el aspirante australiano utilizaba sus movimientos para disminuir el impacto de los golpes. Sin embargo, Opetaia todavía tenía que desconfiar del peligro que suponía Briedis tras ser sacudido por otra mano derecha en el noveno.
Estaba claro que en los dos últimos asaltos Briedis tenía que vaciar sus reservas, pero Opetaia había conseguido encontrar el movimiento que le permitiera mantener el control de la pelea y mantener a raya al letón.
Tras la campana final, las tarjetas de puntuación de los jueces confirmaron la victoria de Opetaia, ya que dos de ellos puntuaron el combate 116-112 a favor del australiano, mientras que el tercer juez lo puntuó 115-113.
Ahora que es campeón del peso crucero de la IBF, Opetaia tendrá una diana en la espalda, ya que el campeón de la WBO, Lawrence Okolie, quiere asegurarse una o dos peleas de unificación antes de su inevitable ascenso al peso pesado.