El pelador mexicano Jaime Munguía no perdonó al polaco Kamil Szeremeta al obligarlo a rendirse en el séptimo round de una pelea que se realizó en El Paso, Texas y que tenía como recompensa el título intercontinental medio avalado por la WBO.
El ex campeón tijuanense, que dejó vacante el título en pos de conquistar una nueva categoría, encaró su tercer compromiso en las 160 libras y todas con nocaut.
"Me sentí muy bien, mi ofensiva fue mi mejor defensa. Salimos a mostrar cosas diferentes. Me siento más fuerte y acertado en esta división y viene lo mejor", dijo en la entrevista con DAZN posterior a la pelea.
Munguía arrancó su compromiso con calma, midiendo a su rival. Precipitarse no estaba dentro de sus opciones pues acumulaba 9 meses de inactividad. Dirigido por el multicampeón Érik Morales, Munguía fue de menos a más, presionando en los momentos ideales para ir quebrando poco a poco a un testarudo Szeremeta que se negó a dar un paso atrás a pesar del castigo.
El joven peleador de 24 años mostró una nueva faceta en la que golpeó al cuerpo y al rostro con combinaciones nutridas de golpes que dieron paso a una nueva versión de su boxeo.
"Me sorprendió su aguante, estuve a mi media y corta distancia golpeando al cuerpo. Mis respetos a Szeremeta. Toma mucho castigo. El que peleara con GGG o noquearlo antes no fue mi presión, yo vine a hacer mi trabajo”, explicó Munguía, quien hasta en las estadísticas superó en cantidad de golpes y puños de poder a su rival.
Con este triunfo Munguía mejoró su foja a 37 victorias, 30 nocauts y se acerca a lo que Óscar de la Hoya, su promotor, quiere en su futuro, pues señaló que está a solo dos peleas de ir por el campeoanto mundial en esta segunda exhibición. Mientras que Szeremeta ligó su segundo descalabro al hilo.
En la pelea preestelar de la noche el eterno contendiente estadounidense Gabriel Rosado noqueó de manera sorprendente al uzbeko Bektemir Melikuziev y se adueñó de dos títulos menores de la WBA.
Mientras que la ex olímpica estadadounidense Marlén Esparza destronó a la mexicana Ibeth Zamora en un duelo donde estuvo en juego la corona mosca del WBC. Esparza se llevó la victoria en una gran exhibición de boxeo por ambas partes vía decisión unánime.