Jake Paul y Tyron Woodley se enfrentarán este sábado en el Amalie Arena en Florida y aunque el respeto está ahí, Paul y Woodley siguen sin caerse bien y están deseando ajustar cuentas después de que el influencer ganara la primera pelea en agosto por decisión dividida.
Paul tenía previsto enfrentarse al inglés Tommy Fury. Pero el británico se retiró por lesión. Woodley había estado entrenando para otra pelea cuando recibió la llamada y aceptó rápidamente.
Antes de cruzar las cuerdas, Paul y Woodley se miraron por última vez, y no decepcionaron.
Woodley (0-1) subió a la báscula y pesó 189.6 libras. Mientras que Paul (4-0, 3 KOs) subió a la báscula a continuación ante una atronadora reacción del público en el Seminole Hard Rock and Casino. "The Problem Child" pesó 191.4 libras.
Paul y Woodley se acercaron y se pusieron cara a cara. Se podía ver la intensidad en sus ojos mientras intercambiaban palabras. Antes de que se produjera un incidente, Paul y Woodley se separaron. Woodley, ex campeón del peso welter de la UFC, está concentrado y listo para ganar la esperada revancha y de paso demostrar que esa derrota ante el influencer sólo fue producto de la casualidad.
"Gracias por sacar el perro que hay en mí. Va a ser una pelea increíble", dijo Woodley tras el pesaje.
Paul estaba muy contento y dijo:
"Le voy a dar una paliza mañana por la noche. Le voy a dar una paliza", dijo Paul a Helwani.