El mes pasado se cumplió el 20 aniversario del nocaut de Félix Trinidad de Bernard Hopkins, un combate que definió la carrera de la leyenda del boxeo y miembro del Salón de la Fama.
Se trata de un clásico del boxeo de todos los tiempos en el que el actual monarca Jamel Herring se ha inspirado y en espera emular el sábado por la noche, cuando ponga en juego el campeonato supergallo de la WBO ante el monarca interino Shakur Stevenson.
Los paralelismos entre las respectivas peleas, aunque en diferentes categorías de peso, son intrigantes.
A partir del miércoles por la mañana, BetMGM ha colocado a Herring como un favorito de +450 contra Stevenson (-750) a pesar de ser el campeón mundial. Hopkins estaba en desventaja por 3-1 contra Trinidad a pesar de entrar en el Madison Square Garden en septiembre de 2001 como el entonces campeón unificado de peso medio al único título de la WBA del puertorriqueño.
También es similar el hecho de que Stevenson (16-0, 8 nocauts) pisará entre las cuerdas del State Farm Arena de Atlanta invicto al igual que Trinidad (40-0, 33 KOs), mientras que Herring (23-2, 11 KOs) cuenta con dos derrotas en su haber al igual que Hopkins (39-2-1, 28 KOs) en su momento.
Además, está el factor de la edad, ya que Herring es 11 años mayor que Stevenson, mientras que Hopkins era ocho años mayor que Trinidad en el momento de su enfrentamiento.
Dicho esto, Herring sería negligente si no se inspirara en la actuación de Hopkins de hace 20 años, y lo sabe.
"Es una de mis peleas favoritas que realmente veo y analizo", dijo Herring en una entrevista telefónica con DAZN News .
"Y es una locura porque creo que B-Hop tenía entonces 36 años y ese fue el momento de su carrera", continúa Herring, que cumple 36 años el 30 de octubre.
Por "momento decisivo", Herring se refiere a que Hopkins impuso con maestría su voluntad sobre "Tito", dominando casi todos los asaltos hasta lograr una conmovedora victoria en el duodécimo asalto que supuso la primera derrota profesional del invicto favorito.
Todos sabíamos que era un buen campeón del mundo, pero la forma en que desplegó su talento y su habilidad aquella noche contra "Tito" Trinidad le llevó a otro nivel y le hizo entrar en la conversación del Salón de la Fama en aquel momento", añade Herring.
"Siempre miro las cosas de los grandes peleadores del pasado y veo los grandes logros que consiguieron y eso es lo que me motiva a hacer algo grande a mi manera".
Herring (23-2, 11 KOs) ya causó sensación en abril, cuando detuvo a Carl Frampton en el sexto asalto tras dos derribos para conseguir su tercera defensa consecutiva del campeonato. Hacer que el prodigioso Stevenson, de 24 años, pruebe la derrota por primera vez sólo reforzaría el perfil de Herring.
"Creo que (una victoria sobre Stevenson) llevaría mi legado a un nivel más alto al final del camino cuando termine", dice. "Y creo que una victoria este año me pondría definitivamente en la carrera por ser potencialmente el Peleador del Año por tener un gran 2021. Sólo para ser incluso nominado o incluso para entrar en la lista de los 10 mejores libra por libra".
Todo está ciertamente al alcance si sale victorioso el sábado por la noche en Atlanta, un mercado de boxeo energizado que gravitó hacia Gervonta Davis en junio y podría muy bien hacer lo mismo con Stevenson, que ha atraído comparaciones con Floyd Mayweather Jr. por sus habilidades en el boxeo y por vivir bajo las reglas de golpear y no ser golpeado.
Herring jura que se siente más cómodo cuando se duda de él.
"Siempre. Especialmente cuando siento que estoy entre la espada y la pared", ofrece. "Salgo ahí y demuestro mi valía cada vez, así que no me molesta".
Tampoco lo hace que las apuestas estén en su contra.
"De todos modos, no me gustan las apuestas", se ríe. "Sé que he sido un subestimado en la pelea de (Masayuki) Ito, he sido un subestimado en la pelea de (Jonathan) Oquendo y sólo en esas dos peleas hice dos de las mejores actuaciones de mi carrera. Todo lo que sucede, se puede oír en mi comportamiento, no me molesta. Me siento bien".
"Nunca ha habido mala sangre"
Herring y Stevenson entrenaron juntos un par de veces veces en 2017, cuando el primero fue llamado para afilar el acero con Terence Crawford para el campamento de Bud en preparación para pelear con Julius Indongo en agosto de ese año.
Herring no saca mucho provecho de esas sesiones con Stevenson, pero sí considera cómico que el Nueva Jersey declarara que no son amigos a pesar de que ambos forman parte del establo de Crawford.
"Supongo que sí, si sigue poniéndolo (así)", dice Herring sobre Stevenson. "Nunca tuvimos ninguna animosidad. Estábamos bien".
"Nunca ha habido ningún tipo de mala sangre, resentimiento o cosas de esa naturaleza", continúa. "Él puede decir lo que quiera sobre la relación. Nunca tuve un problema con él".
"Todavía no tengo ningún problema con él porque no soy así. Tomo el camino correcto incluso cuando se han dicho cosas negativas sobre mí, nunca le devolví ningún rencor o mala voluntad".
Herring cree que la pelea llegó a buen puerto más por el negocio del boxeo que por una especie de colisión. Dicho esto, el ex marine estadounidense, que cumplió su servicio como artillero en Irak en 2005 y 2007, cree que la victoria de Stevenson sobre Jeremiah Nakathila por el título interino de la WBO en junio no resultó como la joven estrella había previsto.
"Si me preguntan, a veces siento que la razón por la que lucharon por el título interino fue pensando que yo lo dejaría vacante, lo que les elevaría a la categoría de campeón completo", dice Herring. "Pero no estaba huyendo de nadie".
Tanto Herring como Stevenson llamaron al campeón WBC, el mexicano Óscar Valdez, tras sus últimas peleas, respectivamente. En cambio, tendrán que conformarse con este enfrentamiento entre ellos.
"Por supuesto, si por mí fuera, como campeón, me gustaría pelear y unificar contra otro campeón del mundo", reconoce Herring. "Por eso en mi última pelea reté a Óscar Valdez".
"Pero esta es también otra gran pelea para mi carrera", continúa. "Realmente no me importa lo que la gente trata de presentar a mis oponentes como la próxima gran cosa".
Por esa razón Herring está enfocado en seguir desviando el camino de esas "próxima grandes cosas" mientras refuerza su propia grandeza que está seguro dejarán una marca indeleble.