El actual campeón mundial más joven del boxeo volvió el sábado.
Jesse Rodríguez puso en juego el cinturón de peso supermosca del WBC contra el ex bicampeón Srisaket Sor Rungvisai.
A pesar de que Rodríguez era el gran favorito, la pregunta era cómo iba a manejar la potencia del pegador más peligroso de la división de las 115 libras.
Rodríguez nunca tuvo que averiguarlo, ya que utilizó su velocidad y precisión para derribar a Sor Rungvisai dos veces y detenerlo en la marca de 1:50 del octavo asalto para mantener a su lado el título de peso supermosca del WBC en el Tech Port Arena de San Antonio, Texas.
En los primeros compases, Rodríguez entraba, conectaba y para cuando Sor Rungvisai buscaba el desquite, el joven de 22 años ya estaba fuera. El plan de juego consistía en que Rodríguez siguiera utilizando su rapidez y su precisión para anular el poder de Sor Rungvisai.
Rodríguez (16-0, 11 KOs) cambió su ataque en el cuarto asalto, cuando un derechazo casi envía los guantes de Sor Rungvisai a la lona. "Bam" estaba más dispuesto a quedarse e intercambiar con Sor Rungvisai al darse cuenta de que el poder del tailandés no era lo que él pensaba.
"Después del tercer asalto, sentí que su poder no era el mismo", dijo Rodríguez en su entrevista posterior al combate para DAZN . "Seguía siendo fuerte, pero no como en los dos primeros asaltos", dijo Rodríguez. "Al entrar en la pelea, dije que no podía estar allí como lo hice con Cuadras, y salimos esta noche y pusimos un espectáculo".
En lugar de que el poder de Sor Rungvisai fuera el factor decisivo, fue "Bam" quien demostró que hay un nuevo personaje en la tierra de los pesos supermoscas. Durante el séptimo asalto, un gancho de izquierda a la sien envió a Sor Rungvisai a la lona. El púgil de 35 años trató de convencer al tercero de que había sido un resbalón, pero el oficial no se creyó la excusa.
Rodríguez se aseguró de que Sor Rungvisai no llegara al noveno asalto. Cerró el espectáculo con un golpe de izquierda por encima del hombro, seguido de una seguidilla de golpes potentes. Siguió hasta que el referi le dio por terminado el combate para defender con éxito su título por primera vez.
Sor Rungvisai (50-6-1, 43 KOs) fue detenido por primera vez desde junio de 2009, su segunda pelea profesional.
En cuanto a lo que le espera a Rodríguez, parece que será Román "Chocolatito" González o Juan Francisco Estrada, de la WBA.
Sin embargo, Estrada está en línea para enfrentar al retador obligatorio y hermano de Rodríguez, Joshua Franco. Rodríguez dice que no hay ninguna posibilidad de que eso ocurra, por lo que un viaje a las 112 libras es más probable por el momento.
"Estoy dispuesto a hacer lo que Robert (García, su entrenador) diga", dijo Rodríguez. "Cualquier campeón en 112, estoy aquí. Soy un peleador especial, no un peleador promedio", dijo. "He crecido viendo a estos tipos, así que estar en el ring con ellos es un privilegio en sí mismo. Y ganarles de la forma en que lo hemos hecho, significa todo".
Akhmadaliev se impuso a pesar de una lesión
En la pelea preestelar de la noche, el campeón unificado supergallo WBA y IBF Murodjon Akhmadaliev logró imponerse con un nocaut en 11 rounds sobre el retador estadounidense Ronny Ríos en una pelea que se complicó por una lesión en la mano del monarca que llegó en el segundo round.
El uzbeko sumó su tercera defensa de los campeonatos que le arrebató en el 2020 a Daniel Román y aseguró que a pesar de lo complicado que estuvo este duelo, se las ingenió para pelear solo con una mano, pero que fue imposible aguantar el deseo de acabar a su rival y por eso a 54 segundos y tan pronto como vio lastimado a Ríos se lanzó a acabarlo.
McCaskill retuvo el indiscutido
La peleadora estadounidense Jessica McCaskill noqueó en tres rounds a la mexicana Alma Ibarra en una complicada noche para la tricolor, pues a pesar de que era la más grande y con mayor peso poco pudo hacer ante las habilidades y agresividad de la monarca.
La frustración llegó al punto de que Alma Ibarra, a los 10 segundos de iniciado el duelo, decidió desistir en su intento por conquistar el campeoanto indiscutido en lo que fue su primer intento mundialista. El castigo que le propinó McCaskill fue buen incentivo para la peleadora para preferir salir de ahí con su segunda derrota profesional.