En menos de 15 semanas el campeon inglés Josh Taylor dejó ir las coronas de la WBA, WBC y ahora de la IBF en busca de una costosa revancha con su compatriota Jack Catterall.
El que fuera campeón indiscutido de peso superligero por ahora solo mantiene el título de la WBO de cara al duelo de desquite que se tiene pactado para el 26 de noviembre en sede aún por definir.
Según información de Boxingscene.com el invicto zurdo escocés dejó oficialmente vacante su título de las 140 libras de la IBF y ahora el organismo ordenará negociaciones entre el argentino Jeremías Ponce y el puertorriqueño Subriel Matías.
Debido a las conversaciones que sostuvieron Ponce y Matías a principios de este año, se especula que el duelo podría aterrizar en la cartelera que encabezarán Deontay Wilder ante Robert Helenius el 15 de octubre en el Barclays Center en Brooklyn, Nueva York.
En febrero, Taylor puso en juego las cuatro coronas mundiales en lo que fue la primera defensa del título indiscutido, pero a pesar de haberse llevado la victoria, no quedó nada satisfecho con ese resultado de decisión dividida. En esa accidentada pelea, Taylor quedó con dos cortes en el ojo izquierdo, lo derribaron en round 8 y se le quitaron un punto en el 11 por golpear después de la campana. Mientras que a Catterall, lo amonestaron por amarrar en 10. Por lo que a ojos del monarca amerita sacarse la espina.
Taylor consiguió el campeonato indiscutido en el 2021 cuando le arrebató los títulos WBC y WBO al mexicano José Ramírez, pero de inmediato fue ordenado el duelo ante Catterall al ser el retador obligatorio por la WBO y quien tomó un acuerdo para permitir esa pelea.