Al igual que cuando se levantó después de perder ante Andy Ruiz en 2019, Anthony Joshua está listo para probarse a sí mismo una vez más cuando se enfrenta a Oleksandr Usyk el 20 de agosto.
Fue una experiencia estar al lado del ring viendo a Usyk derrotar a Joshua en septiembre para convertirse en campeón de los pesos pesados, y estoy emocionado por ver lo que depara el segundo encuentro.
Hay muchos interrogantes en torno a esta pelea, y una vez que suene la primera campana dentro de poco más de dos meses, empezaremos a obtener algunas respuestas. Esta pelea lo es todo para estos dos extraordinarios púgiles, y la oportunidad de salir de Arabia Saudí con la corona unificada de los pesos pesados es lo que motiva tanto a Joshua como a Usyk.
¿Puede el ucraniano, un peleador que conozco muy bien después de compartir el ring con él allá por 2018, ser tan bueno como lo fue el año pasado? Su brillante juego de pies, su sincronización y sus movimientos eran otra cosa y, cuando Joshua se dio cuenta de lo que tenía delante, ya era demasiado tarde para marcar la diferencia porque Usyk ya estaba muy por delante en las tarjetas de puntuación?
¿Usará Usyk el mismo enfoque, o esperará algo muy diferente de Joshua esta vez? Sus habilidades boxísticas le han bastado para convertirse en campeón del mundo de los dos pesos con un mínimo de problemas, pero ésta es la primera revancha de su ilustre carrera y seguramente esperará una versión mejorada.
Desde la derrota ante Usyk, Joshua ha hecho grandes cambios en su equipo, con Ángel Fernández asumiendo un papel más importante y el legendario Robert García también incorporándose. Robert McCracken ya no está involucrado y eso podría ser un factor importante, pero Joshua es un hombre muy inteligente y será plenamente consciente de lo que está haciendo con su equipo.
Todos los ojos estarán puestos en Robert García en la preparación de esta pelea y será interesante ver qué cambios puede hacer a Joshua en esta etapa de su carrera. Es uno de los entrenadores más inteligentes que existen y no habría aceptado este trabajo si no creyera que puede añadir valor. Fue un ganador como boxeador, es un ganador como entrenador, y estará totalmente centrado en ganar cuando prepare a Joshua para la mayor prueba de su carrera.
Querrá que "AJ" empiece mucho más rápido, porque si se permite que Usyk se asiente pronto, podríamos ver una repetición de la primera pelea. Si Joshua puede utilizar su tamaño, velocidad y potencia, pero lo hace correctamente, entonces puede llamar la atención de Usyk y hacerle saber que se encuentra con un animal diferente al de la primera pelea. Ese es el enfoque que debe adoptar Joshua. Que Usyk sepa que está en una pelea difícil desde el principio.
Esta pelea significará un mundo para Joshua después de lo que ocurrió en la primera, pero no se equivoque, va a ser una amenaza en esta división sin importar el resultado. Si no puede superar a Usyk, puede que tenga que dejar en suspenso sus sueños de título mundial por un tiempo, pero eso no significa que la subida a la cima no vaya a estar llena de acontecimientos.
¿Se imaginan a Joshua contra Deontay Wilder en Estados Unidos? Qué pelea sería entre dos peleadores explosivos. Joshua enfrentándose de nuevo a púgiles británicos como Dillian Whyte o Joe Joyce. Esas peleas llenarían cualquier estadio en Gran Bretaña. O incluso la gran pelea con Tyson Fury. Esa sigue siendo una gran pelea mientras ambos hombres estén activos.
Sin embargo, primero, todos los ojos están puestos en el 20 de agosto y en Joshua contra Usyk. Aunque creo que su futuro es brillante sea cual sea el resultado, los púgiles son increíblemente orgullosos, y Joshua estará desesperado por vengarse. Si logra vencer a Usyk, entonces él contra Fury se convertirá en la mayor pelea que hayamos visto en mucho tiempo. Si es la noche de Usyk, el camino de vuelta a la cima para Joshua será duro, pero ya ha demostrado que le encantan los retos.