La cuenta regresiva está en marcha para Kell Brook, que finalmente se enfrentará a su archirrival Amir Khan en Manchester este sábado.
Es una pelea que ambos deben ganar; no porque el ganador vaya a conseguir cosas más importantes, como un combate por el título mundial, sino porque ambos saben muy bien que no podrán vivir con el conocimiento de que su odiado rival logró vencerlo.
Brook dijo que a Khan le costará mucho llevar la carga de haber perdido contra él en los próximos años. Y a pesar de que este combate ya superó su fecha de caducidad, no se puede negar que la pelea sigue estando llena de intriga, tanto Khan como Brook tienen sus puntos débiles, han superado su mejor momento, y subirán al cuadrilátero sabiendo que podrían ser eliminados en cualquier momento.
En declaraciones a Sky Sports fuera del gimnasio Wincobank de Sheffield, Brook está deseando dar un espectáculo en el AO Arena.
"Es definitivamente personal. No hay apretones de manos", dijo Brook al hablar de su rivalidad con Khan.
"Vengo a hacer negocios. Lo que hemos estado hablando durante más de una década está a cinco días de distancia".
"Estoy impaciente por mostrar a los aficionados lo que se han estado perdiendo. Este es el espectáculo que han estado esperando ver, y van a ver un espectáculo infernal el sábado por la noche".
En cuanto a los posibles juegos mentales que Khan podría hacer en los preparativos, Brook confía en que no le distraigan de su plan de juego dentro del ring.
"Sólo tengo que mantener la calma".
"Sé que va a hacer juegos mentales esta semana, pero cuando todo esté dicho y hecho, todo lo que me preocupa es oír sonar la primera campana, salir y ejecutar el plan de juego, y ocuparme del negocio".