El trabajo de seis asaltos de Tyson Fury sobre el retador obligatorio Dillian Whyte en el estadio de Wembley el sábado por la noche no sorprendió a muchos, pero lo que vino después, probablemente cogió desprevenidos a varios.
Era inevitable que su discurso de victoria diera lugar a preguntas sobre sus recientes afirmaciones de que éste sería su último combate y así fue, el campeón de los pesos pesados del WBC confirmó lo que ya se sabía.
"Le prometí a mi encantadora esposa Paris que después de la tercera pelea con Deontay Wilder eso sería todo y lo dije en serio", explicó Fury. "Luego me ofrecieron pelear en Wembley y pensé que se lo debía a los aficionados, a cada persona del Reino Unido, venir aquí y pelear. Ahora que todo está hecho tengo que ser un hombre de palabra. Creo que esto es todo".
Sin embargo, lo que hizo extrao ese anuncio de retiro y levantó algunas dudas fue que tras la contienda se le unió en el ring el artista de artes marciales mixtas y campeón de los pesos pesados de la UFC, Francis NGannou.
"Esta va a ser una pelea muy especial", dijo Fury sobre Ngannou. "Nunca se ha visto antes en la historia de nuestro deporte. No estamos hablando de tipos de 60 kilos. Yo peso 120 kilos. Él más o menos por ahí. Va a ser una pelea explosiva cuando ocurra".
"Va a ser una pelea híbrida con un tipo diferente de reglas", añadió Ngannou. "Guantes de MMA en el ring. Un poco diferente".
Entonces, ¿quiso decir Fury que había terminado con el boxeo de profesional únicamente, cuando insistió minutos antes en que "esto es todo"? ¿Insistió su mujer en que no se boxeara más, pero le pareció bien que su marido se pusiera los guantes de MMA para batirse en duelo con el actual rey de las artes marciales mixtas?
A pesar de lo confuso que resultaba todo esto, una parte estaba bastante clara.
A Fury le esperan dos caminos en el futuro, y parece que hay que elegir uno u otro. Detrás de la puerta número uno está la oportunidad de convertir sus pretensiones de ser el mejor peso pesado de todos los tiempos en un consenso general, pero para ello tendría que disputar superpeleas con Oleksandr Usyk y/o Anthony Joshua, además de la unificación de cuatro cinturones. Detrás de la puerta número dos está "la ruta de Floyd Mayweather".
Mayweather, el gran 50-0 de todos los tiempos, ha avergonzado a cualquiera cuando se refiere a prometer constantemente su retiro antes de olvidar rápidamente la palabra. Entró y salió del deporte, a veces prometiendo no volver a pelear sólo para que su nombre volviera a ser noticia.
Sin embargo, después de su última victoria "oficial", hace casi cinco años, contra la estrella de la UFC Conor McGregor en el debut de este último en el boxeo profesional, Floyd ha actuado extraoficialmente en más de una ocasión.
En su primer regreso humilló a un joven kickboxer japonés en Tokio y cargó con Logan Paul en una exhibición el pasado verano. Y ahora planea, enfrentarse a Don Moore el 14 de mayo en un helipuerto de Dubai.
Mayweather se ha jactado con frecuencia de que estos "peleas" de exhibición le han hecho ganar más dinero que su carrera profesional de 50 combates. Y si se tiene en cuenta que es mucho más fácil jugar con un desventurado debutante o un ingenuo YouTuber que mantener a raya a un Canelo Álvarez o a un Marcos Maidana durante 36 minutos, la relación entre el dinero y el esfuerzo es aún más loca.
Teniendo esto en cuenta, es fácil entender por qué Fury parece estar descartando futuras superpeleas en estadios contra gente como Usyk y Joshua en favor de una broma cruzada con Ngannou y otros proyectos similares.
Y, al menos por ahora, está muy claro qué es lo que encabeza la lista de "otros proyectos".
Fury hizo una aparición para World Wrestling Entertainment en 2019, donde superó a Braun Strowman en una aparición escenificada -al igual que Mayweather había conquistado a The Big Show en Wrestlemania 24 en 2008. Y la cuestión de que vuelva a enfrentarse a la actual gran estrella de la WWE y su compatriota Drew McIntyre también se planteó.
"No descarten de ahí", respondió Fury. "Es posible que me vean en Summerslam, próximamente".
"Tengo que hablar con Vince [McMahon] y los chicos y tal vez hacer que esto suceda. Sé que Drew McIntyre ha estado diciendo muchas cosas sobre mí: tendré que noquearlo, como hice con su amigo".
Poco después de Summerslam de agosto - tradicionalmente el segundo mayor espectáculo del calendario de la WWE detrás de WrestleMania - la WWE volverá para un gran espectáculo en un estadio del Reino Unido a principios de septiembre en el Principality Stadium de Cardiff.
"Ya sabes. Me encantaría estar en Cardiff", añadió Fury. "Me encantaría volver a estar en el centro del escenario en el Reino Unido - especialmente para la lucha libre".
"Lo disfruté la última vez en Arabia Saudí - fue fantástico, así que venir aquí y hacerlo sería fenomenal. Definitivamente vamos a hacer un poco de contacto y ver si podemos hacer realidad lo de Summerslam".
Muchos boxeadores se enfrentan a una encrucijada en su carrera: ¿quieren ser respetados como uno de los mejores o más valientes boxeadores? ¿O se trata de ganar todo el dinero posible antes de no poder continuar físicamente?
Es una batalla que rara vez gana el "legado". Y es comprensible. El prestigio no paga las facturas.
Una vez más, es una lección que Fury probablemente ha aprendido de Mayweather y hacer que McIntyre le acompañe a través de una secuencia coreografiada pero estimulante frente a una multitud comparable a la de la pelea de Whyte, antes de intercambiar golpes con Ngannou de una manera que no manche el principal registro deportivo de ninguno de ellos, le permite simplemente afirmar que habría vencido fácilmente a Usyk y Joshua de todos modos. Y mucha gente le creería.
A cualquier aficinoado le encantaría ver a Fury vs. Usyk, Fury vs. Joshua, Fury vs. Ngannou y ver cómo sigue explorando una carrera ocasional en la lucha libre profesional, porque tiene un talento natural. Hay una gran posibilidad de que Fury gane a ambos y unifique la división de los pesos pesados, pero hay una posibilidad muy razonable de que sufra su primera derrota en el boxeo. ¿Puede alguien afirmar realmente que su reputación se vería empañada si tirara los dados y fuera a por todas, independientemente del resultado?
Seguir los dulces pasos financieros de Mayweather es atractivo para todo el mundo, y Fury es uno de los pocos en el planeta que puede hacer realidad esa plantilla para sí mismo. Pero no hay ninguna razón por la que no pueda seguir impulsando tanto su dinero como su legado a niveles inauditos en los próximos años, en lugar de elegir uno sobre el otro.