Leigh Wood protagonizó uno de los regresos más sorprendentes jamás vistos en un ring de boxeo al retener su corona del peso pluma de la WBA con un valiente nocaut en el último asalto sobre Michael Conlan en el Motorpoint Arena de Nottingham, Inglaterra.
Después de ser derribado en el primer round y de sufrir daños durante todo el combate, Wood se dio una oportunidad de luchar en el penúltimo asalto al derribar a Conlan. Fue un momento que prepararía un final inolvidable.
Con ambos lanzando ataques en los últimos tres minutos, Wood encontró el golpe que necesitaba al tener a Conlan contra las cuerdas. El irlandés cayó hacia atrás entre las cuerdas y aterrizó justo delante de los que estaban sentados al pie del ring. Wood lo celebró frenéticamente, pero su jovialidad pronto se diluyó al demostrar una brillante deportividad al mostrar compasión por su oponente.
En lugar de centrarse en una gran victoria, las consecuencias inmediatas de un agotador combate se centraron en el bienestar de Conlan. El destacado aficionado abandonó la zona del ring en camilla y las entrevistas posteriores al combate se centraron en su recuperación.
El incidente eclipsó un combate realmente extraordinario que pasará a la historia como uno de los mejores de la historia dentro de un ring británico. Conlan comenzó de forma soberbia al derribar a Wood con una mano izquierda bien colocada al final del primer asalto. Su habilidad se mantuvo a lo largo de todo el combate, que se saldó con una gran ventaja, pero los dos últimos asaltos, fueron clave para Wood.
De cara al futuro, Wood puede ilusionarse con posibles enfrentamientos con Josh Warrington, Kiko Martínez y Leo Santa Cruz.