Manny Pacquiao y Yordenis Ugas están a horas de enfrentarse en un duelo que hace 11 días no estaba en el mapa. Ambos se toparon con la posibilidad de rescatar la fecha enfrentándose por el súper campeonato del peso welter WBA teniendo como escenario la arena TMobile en Las Vegas.
Pero antes de subir al ring y esperar por el campanazo inicial, Pacquiao y Ugas se enfrentaron por última vez en el pesaje del viernes para hacer oficial el combate.
Ante un escenario vacío, pues los fanáticos no fueron admitidos, Ugas fue el primero en subir a la báscula, pesando el límite de peso welter de 147 libras.
Después, Pacquiao subió a la báscula y pesó una libra menos que Ugas, 146. Sin embargo, a diferencia del miércoles, cuando Pacquiao y Ugas tuvieron un tenso cara a cara, esta vez ambos participantes se mostraron cordiales y no hubo incidentes.
Inicialmente, Pacquiao iba a enfrentarse al campeón unificado Errol Spence Jr. Spence se vio obligado a retirarse debido a un desgarro de retina. Ugas iba a estar en el evento co-principal contra Fabian Maidana. Pero Maidana también sufrió una lesión en el ojo, por lo que Ugas fue desplazado a la posición principal contra el único campeón mundial de ocho divisiones del boxeo. Aunque Ugas no es Spence, eso no significa que el púgil de 42 años pueda pasar por alto al medallista de bronce olímpico de Cuba en 2008.
"No me tomo esta pelea a la ligera", dijo Pacquiao inmediatamente después del pesaje. "Por supuesto, no quiero tener un exceso de confianza en esta pelea. Pero quiero asegurarme de que mañana por la noche me traigo la victoria a casa. Si Dios quiere, los aficionados estarán contentos".
El tema central de cara a la pelea es la posibilidad de que ésta sea la última vez que Pacquiao compita. Aunque no divulgó si ese es el caso, Pacquiao se comprometió a darlo todo una vez que pase por las cuerdas.
"Mañana por la noche, daré lo mejor de mí", dijo Pacquiao. "Daré lo mejor de mí para los aficionados y, por supuesto, para mi país. Esta pelea estará dedicada al pueblo filipino".