Cecilia Braekhus se quedó con las ganas de recobrar la corona indiscutida de las welters al caer por decisión unánime ante la estadunidense Jessica McCaskill en la pelea preestelar de la función que se realizó en Dallas y transmitida por la plataforma DAZN.
Con un ritmo agresivo y de mucha presión la dueña de las coronas AMB, WBC, FIB y OMB comenzó desde el campanazo inicial con un empuje constante que maniató a Braekhus.
Sin poder ajustar de manera adecuada, y utilizando amarres para evitar el castigo, Braekhus fue penalizada con un punto en el séptimo round, pero mantuvo la ineficiente estrategia que la llevó a cosechar tarjetas en contra de 100-89, 99-90 y 98-91.
Cecilia buscó en todo momento la media distancia y el contragolpeo como elementos para poder sobreponerse a Jessica, quien con mucha hambre y agresividad no dio paso atrás ni dejó de presionar con furiosos ganchos.
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Con este resultado, McCaskill demostró que su primera victoria no fue circunstancial y de paso mejoró su récord a 10 triunfos, por dos derrotas y tres nocauts.
Braekhus, de 38 años de edad, encaró su segundo descalabro profesional – y al hilo – y ahora se encuentra ante la incertidumbre de un futuro que tendrá que replantear.
En la tercera pelea con título mundial sobre la línea, el invicto japonés Hiroto Kyoguchi retuvo la corona de la Asociación Mundial de Boxeo al noquear en cinco rounds al mexicano Axel Aragón.
En un complicado inicio, en donde el azteca capitalizó su estatura, el japonés se las ingenió para salir adelante los dos primeros y exigentes rounds. Dispuestos a manejar mejor su resistencia, durante la tercera y cuarta vuelta Kyoguchi tomó el control de las acciones con un trabajo a media distancia.
El final de la contienda llegó en el quinto round, luego de que el mexicano reportara una lesión en el puño derecho – causada por un gancho que entró directo a la cabeza del campeón – al percatarse del dolor y la reacción del mexicano, que se lanzó a las cuerdas, el referi detuvo las acciones.
Con este resultado, Kyoguchi mejoró su foja a 15-0 y de paso retuvo por tercera ocasión la diadema. El mexicano sumó su segundo descalabro mundialista y dejó su marca en 14-4-1, con 8 nocauts.