En 16 años, Miguel Ángel Cotto con 26 peleas de campeonato del mundo logró conquistar cuatro divisiones enfrentando a los mejores de su división; sin embargo, cuando decidió colgar los guantes – a los 37 años – no hubo vuelta atrás.
Ahora, a cinco años de esa última contienda (en la que cayó ante los puños de Sadam Ali) el boricua miembro del Salón de la Fama ve con gusto y satisfacción todo lo que vivió arriba del ring, pero el deseo de volverse a calzar los guantes se extinguió en el momento que bajó del ring del Madison Square Garden en esa noche del 2017.
“Estoy más tranquilo, sin la presión de entrenar o hacer pesas o la dieta, estoy más tranquilo y centrado en la familia. Disfruto mucho de esos momentos de calma, esos que tal vez no tuve cuando estaba en activo”, dijo en entrevista a DAZN News en su reciente visita a México.
“No extraño nada del boxeo... el boxeo es por épocas. A mi ya me gritaron, me echaron porras, ahora me han dejado de gritar a mí y es tiempo que le griten a los que vienen atrás”, abundó el peleador que ahora comparte el tiempo con su familia y una promotora de boxeo que tiene su nombre.
Si bien no es un gran fanático de boxeo que fin a fin de semana este viendo boxeo, Miguel accedió a abrir esta empresa hace poco más de una década:
“El hecho de que sea promotor es una idea de mi padre”, dijo recordando a Miguel Cotto Sr, quien falleció en 2010. “Le quiero dar continuidad a ese deseo de mi padre de brindarle al boxeo un poco de lo que el boxeo le brindó a su hijo, a mí. Por eso trabajamos de lleno para brindarle la mejores oportunidades a esos muchachos”.
“Junito” Cotto reveló que hasta ahora ha tenido pláticas para una pelea de exhibición, sumándose al extenso grupo de ex campeones que regresar por una versión ligera de lo que fue su carrera. Las platicas las tuvo con Juan Manuel Márquez, pero aseguró que todo se cayó de último momento:
“Estoy abierto a cualquier posibilidad. Es una exhibición, brindaremos lo mejor de nosotros sin hacernos daño, vamos a tratar de no calentarnos”, bromeó.