Nico Ali Walsh -nieto de Muhammad Ali- admite que su linaje y la historia de su familia lo convierten en un objetivo en el mundo del boxeo.
Walsh anunció que se convertiría en profesional en marzo de 2020, pero la pandemia echó por tierra esas ambiciones durante más de un año.
Desde entonces, ha tomado un tiempo de entrenamiento con SugarHill Steward - quien supervisa también la preparación del campeón del WBC Tyson Fury - y ahora peleará en una tarjeta de Bob Arum encabezada por la revancha de la trilogía Andrew Moloney vs. Joshua Franco este sábado.
En declaraciones a MyBettingSites,
Ali reconoció que no podía ocultar más quién era su abuelo, aunque eso estimulará a sus posibles rivales.
"Todo el mundo quiere noquear al nieto de Muhammad Ali", dijo.
"Nunca le dije a nadie quién soy, pero siempre lo descubrieron. Y cuando lo hacían, siempre intentaban noquearme o hacerme daño porque querían poder decir: "oye, he herido al nieto de Muhammad Ali, he noqueado al nieto de Muhammad Ali". Yo digo que ser el nieto de Muhammad Ali es una bendición y una maldición, y esto entra en la categoría de maldición".
"Mi apellido es Walsh, así que intenté esconderme detrás de Walsh. Pero en algún momento todos los entrenadores que tuve me dijeron que en algún momento tenía que convertirte en el nombre, ser el nombre, y aceptarlo porque no había forma de esconderse de él".
"Dejé de llevar camisetas con mi abuelo en la parte delantera, tenía un tatuaje de él en el brazo y empecé a esconderlo. Pero no tenía sentido ocultarlo porque la gente lo descubriría de todos modos. Así que acepté el nombre. Dejé de esconderme del nombre y lo adopté cuando me di cuenta de que no podía seguir escondiéndome".
"Las dos razones más importantes fueron: No quería que me trataran de forma diferente y no quería que me vieran como el enemigo de todos los boxeadores del gimnasio en el que estuviera. Esas fueron las dos razones que realmente me impidieron abrazar mi nombre. Pero una vez que me di cuenta de que no podía esconderme de él, opté por aceptarlo, y ahí es donde estoy ahora".
"Como profesional, siempre tendré una diana en la espalda, pero en el punto en el que me encuentro ahora mentalmente, soy capaz de soportar las presiones. Y estoy agradecido por ello, porque todo esto empezó cuando tenía 10 años y me puse por primera vez un par de guantes".
"Mi tío y mánager Mike Joyce entrenó con el tío de Sugar Hill, Manny Steward. Y estaban muy unidos. Así que funcionó a la perfección que nos pusiéramos de acuerdo. Y creo que es genial que él continúe el legado de su tío y esa es la situación que estoy haciendo. Si hay algún entrenador que entiende eso es Sugar Hill".
Walsh también reconoció a Fury como una inspiración, pero no deja de imaginar que si en algún momento se hubiera enfrentado a su abuelo, se hubiera llevado la paliza de su vida.
"Tyson Fury no me ha dado una cantidad tremenda de consejos: no quería molestarle. Estaba en el campo de entrenamiento. Con estar cerca de él me basta. Sólo observar a Tyson y ver cómo trabaja y su ética de trabajo. Nadie ve lo que hace a puerta cerrada, lo que el público no ve; eso es lo que importa y es lo que más he aprendido de Tyson Fury. Me encanta Tyson Fury -y esta es una opinión totalmente sesgada- pero no creo que nadie en la historia pueda vencer a mi abuelo".
"Es una historia emocionante: la historia se repite. Si eres un fan de mi abuelo, estoy seguro de que te encantará ver la pelea. Siempre ha habido un nivel de presión sobre mí debido a mi nombre. Este es un nuevo nivel de presión, pero el abuelo es mi abuelo. No tengo la presión de continuar el legado del gran Muhammad Ali porque, estoy continuando el legado de Pappy - mi abuelo".