A pesar de que se suponía que el campeón de la IBF, WBA y WBO, Oleksandr Usyk, tendría un peso considerablemente mayor para su revancha con Anthony Joshua mañana por la noche, el ucraniano ha engañado a muchos aficionados y expertos, y tendrá un peso similar al del primer combate del pasado septiembre.
Joshua pesó 111 kilos, casi dos kilos más que en su primer combate. Por su parte, Usyk pesó menos de 250 gramos más que en el primer combate, registrando 100.4 kg en la báscula.
Usyk y Joshua se enzarzaron entonces en un intenso cara a cara y, a pesar de las numerosas llamadas del promotor Eddie Hearn para que se giraran y miraran al público, ambos hombres siguieron mirándose fijamente.
Para Joshua, se trata de una oportunidad de convertirse en tricampeón del mundo de los pesos pesados y de asegurarse potencialmente un lucrativo combate contra el campeón mundial de los pesos pesados del WBC, Tyson Fury.
Sin embargo, tras una dominante victoria por puntos sobre el púgil británico en el estadio Tottenham Hotspur el año pasado, Usyk estará lleno de confianza y buscará infligir la tercera derrota profesional de Joshua antes de disputar el título indiscutido de los pesos pesados.