Con 26 años y después de haber aguardado pacientemente dos ciclos olímpicos, el mexicano Rogelio Romero se prepara para su segundo combate en Tokio 2020 en la categoría de 81 kilos.
La madrugada de este miércoles, Romero logró reponerse de un lento inicio para dar el primer triunfo a la delegación mexicana en boxeo – y en cualquier deporte de combate - al vencer al croata Luka Plantic por decisión dividida (4-1).
En la arena Kokugikan, el mexicano cedió el primer round, pero para las siguientes rondas no dejó de tirar golpes que aterrizaron en el cuerpo y rostro de su rival para acercarse en pos de una presea olímpica.
El amor de Rogelio por el boxeo viene de familia, su padre Julián "El Chilaquil" Romero llegó a disputar un título mundial Gregorio Vargas y aunque perdió tuvo gran efecto en lo que sería la infancia de su hijo, quien inició su camino en el boxeo a los 13 años, entrenando en un gimnasio dedicado a las mujeres.
Ayudando a la familia como mesero en su restaurante, lavacarros y entrenando se abrió camino para convertirse en un miembro de la delegación mexicana.
Para Río 2016 la clasificación se le negó, pero trabajó durante cuatro años más para llegar a Tokio 2020 y ahora inspirado ahora por su tres hijas está dispuesto a hacer todo para salir con la mano en alto ante el campeón olímpico de Río 2016, el cubano Arlén López, quien será su rival este viernes.