Hace una semana Sandor Martin estaba seguro de que vencería a Mikey García y nadie creyó que pudiera, sin embargo la noche del sábado se llevó la victoria por decisión mayoritaria sobre un peleador cuatro veces campeón mundial y conquistó la pelea más importante de su carrera.
Con una estrategia bien establecida y sin salirse de ello, Sandor Martin maniató a García que volvía de una pausa de 20 meses a los encordados y se impuso en dos de las tarjetas de los jueces por 97-93 y 97-93, mientras que un tercero vio empate en 95-95.
“Mikey por darme la oportunidad y para mi fue un orgullo y placer compartir ring con él. Es el momento más grande de mi carrera, siempre quise estar aquí. Dije que lo iba a hacer y lo hice. En ningún momento me confié, es un peleador duro, pega muy fuerte y nunca me confié. El me dio la oportunidad a mi, yo le daría la oportunidad a él. Me gustaría volver a las 140 donde me siento cómodo. Quiero más noches como estas” dijo el español que mejoró su récord a 39-2 con 13 nocauts.
Martin manejó distancias y boxeó al considerado por muchos uno de los peleadores más talentosos de la generación usando un boxeo a media distancia y contragolpeo preciso. A pesar de las adecuaciones durante la contienda, García no cambió su plan de trabajo lo que permitió que conforme avanzó la pelea el europeo cobrara mayor confianza.
"Entrené todo este tiempo, pense que había ganado la pelea, en una pelea cerrada. Nunca me confié. SIento que hice lo mejor para ganar la pelea pero los jueces pensaron que él era el que estaba en control. Pero con dos rounds más hubiera sido mejor", declaró García quien sumó su segundo descalabro profesional.
García usaría esta pelea para recobrar la posición y agarrar ritmo de cara a duelos ante nombres más grandes, pues tan solo hace dos años perdió ante Errol Spence y desde entonces sólo había subido al ring en una ocasión, para vencer por decisión unánime a Jessie Vargas.