Seniesa Estrada es ahora una campeona mundial de dos divisiones y poco a poco comienza a cristalizar el sueño que se planeó cuando era apenas una niña.
La noche del viernes en la cartelera de apoyo de la velada donde el ex campeón mexicano Gilberto Ramírez sometió al cubano Sullivan Barrera - transmitida por DAZN - la peleadora de 29 años nativa del Este de Los Ángeles trabajó durante 10 rounds para conquistar una de las victorias más importantes de su carrera al imponerse a la japonesa Tenkai Tsunami.
Super Bad, actual monarca de peso mínimo de la WBA retó a la campeona supermosca de la WBO en busca de seguir creciendo su legado y se apuntó un triunfo por decisión unánime.
Las dos coronas mundiales Seniesa las conquistó en un tiempo no mayor a cuatro meses gracias a golpes limpios y llamativos que la llevaron a conquistar las tarjetas de los oficiales de ring por 99-91, 98-92 y 98-92.
Seniesa, quien escaló de división estuvo dispuesta a ceder en tamaño y peso, pero aseguró que la pegada no la sintió y eso le permitió llevar la pelea a un lugar no tan cómodo para la japonesa.
"Fue una pelea muy física, debí usar más mis pies y mi movimiento, porque es mucho más grande que yo. No sentí su poder, pero la sentí más grande. Mi entrenador me pidió que usara la cintura para evitar el contragolpeo. La clave fue el trabajo al cuerpo. Quiero ser grande, quiero ser una campeona. No importa si mis rivales me superan en estatura y peso", declaró a DAZN al terminar la contienda.
Sin embargo no perdió el tiempo y mando un mensaje a la recién coronada Marlen Esparza, con quien sostuvo un duelo y venció en 2019.
"No creo que tenga negocios pendientes con Marlen, porque renunció a seguir peleando, pero seguro vino aquí para ver grandeza y si ella quiere podemos ir al estacionamiento ahora mismo a terminar con todo de una vez", finalizó.