El peleador estadounidense Shakur Stevenson subió al ring dispuesto a continuar su camino de victorias el viernes por la noche cuando se enfrentó al olímpico brasileño Robson Conceicao en el Prudential Center en su natal Newark, Nueva Jersey.
El combate había sido programado como una defensa del título de peso superpluma WBC y WBO, así como el título de la revista Ring para Stevenson. Sin embargo el norteamericano de 25 años, pesó el jueves 131,6 libras, 725 gramos por encima del límite de peso. Debido a la falta en la báscula y su negativa a rebajar el excedente, Stevenson fue despojado de los cinturones y de inmediato anunció que su siguiente pelea sería en las 135 libras.
La falta cometida en la ceremonia de pesaje no afectó a la actuación de Stevenson dentro del cuadrilátero, ya que dominó de principio a fin, derribando a Conceicao y utilizando sus habilidades de boxeo superiores para abrumar al complicado contendiente y así llevarse una victoria por decisión unánime con tarjetas de 118-108, 117-109, 117-109.
Con esta victoria, Stevenson no solo sumó su triunfo 19 profesional, también se convirtió en el segundo peleador en frenar al brasileño (el primero fue Óscar Valdez), aunque los cinturones del WBC y WBO por regla se tienen que mantener vacantes.
Más allá de las tácticas de presión de Conceicao, que llevó a Stevenson a imponerse en una pelea sucia en la que el referi le tuvo que descontar un punto el noveno round, por un empujón. Stevenson fue el único que logró un derribo y fue en el cuarto episodio en donde un golpe de cuerpo envió a Conceicao a la lona.
Después de una complicada semana, Stevenson (19-0, 9 KOs) declaró que subiría al peso ligero, donde tiene un grupo de opciones que incluyen a Devin Haney, Ryan García, Gervonta Davis y Vasyl Lomachenko.