Shakur Stevenson es más que capaz de aumentar su agresividad y producir más fuegos artificiales mientras mantiene su marca invicta en el terreno profesional.
El campeón interino superpluma WBO, de 24 años, prometió que tomará lo que sus oponentes le den y reaccionará en consecuencia para asegurarse de que abrir un camino a como de lugar al triunfo y mantener el récord que mantiene hasta ahora en 16-0.
Sin embargo el 23 de octubre en Atlanta, Stevenson subirá de nivel y desafiará el título mundial de la WBO a su compatriota Jamel Herring en lo que será el combate más importante hasta la fecha.
A pesar de que parece un acto de equilibrio entre mostrar las habilidades de boxeo y aumentar la acción, Stevenson dice que no está en conflicto con su enfoque en absoluto.
"A veces vamos a tener esas peleas en las que tengo que sentarme allí, tener una noche dura y pelear", dijo Stevenson a DAZN News. "Si va a ser fácil, voy a tomarlo con calma al final del día. Al mejor de los mejores le gusta ganar todos los asaltos y no hacer peleas difíciles".
"Al final del día, no sabes lo que los jueces están mirando", continúa. "Así que, si me siento allí y trato de dar a alguien fuegos artificiales o como quieras decirlo, nunca se sabe. Podrían robarme".
"Sólo intento ser dominante", añadió. "No me importa demasiado (impresionar) a los aficionados, porque un día te quieren y al siguiente no. Al final del día, voy a complacerme a mí mismo".
En su última salida, Stevenson fue dominante contra Jeremiah Nakathila, a quien superó por decisión unánime. A pesar de la desigual decisión, que incluyó un derribo fulminante, Stevenson recibió los abucheos del público de Las Vegas esa noche. La mayor parte de su entrevista posterior al combate fue para criticar su actuación.
"Por lo general, mi actuación es tan buena que me siento bien", dijo Stevenson casi tres meses después de esa victoria. "No me sentí tan agudo como suelo sentirme. Fue como una noche de descanso para mí".
"Aunque dominé, no me pareció el tipo de noche para el que me preparé o que quería", continúa. "Principalmente, no me gustó mi propia actuación".
Esa decepción allanó el camino para que Stevenson se reuniera con el ex campeón mundial Regis Prograis para realizar sesiones de entrenamiento.
"Ha sido un gran sparring (Prograis)", explicó Stevenson en su preparación para pelear con Herring. "Es un tipo más grande. Está construido más grande, él pelea en 140. Sólo tiene una derrota y es ante Josh Taylor, que tiene todos los cinturones ahora mismo. Hay que respetar a Regis. Es un peleador duro y resistente".
"Los dos nos llevamos al límite", añadió. "Esa experiencia nos va a hacer mejores a los dos. Nos ayudamos mucho mutuamente. Ojalá podamos seguir haciéndolo".
Aunque afilar el acero contra un boxeador agresivo como Prograis podría aumentar las posibilidades de que los aficionados reciban más fuegos artificiales de Stevenson contra Herring, el de Nueva Jersey, no va a permitirse alejarse del boxeo que lo ha llevado a abrirse camino en la división.
Si observan cualquier pelea de Stevenson, verán que la pierna derecha está firmemente plantada en la lona desde el principio. Esa postura permite al zurdo hacer valer su jab, que es uno de los mejores del boxeo actual.
El joven lo considera un arte.
"Creo que tiene que ver con la distancia, con conocer mi distancia y con conocer mi alcance", dice Stevenson sobre la preparación de su jab nítido y limpio. "Me siento bien cuando entro en una pelea y, después de los dos primeros asaltos, pude averiguar mi alcance con el jab".
"Es algo que muchos boxeadores desconocen", dice. "Si ves el boxeo de hoy en día, muchos boxeadores no saben mucho sobre la distancia y el alcance. Simplemente van y hacen cosas. No entienden lo que están haciendo. Siento que (el jab) ese es mi golpe más importante".
Queda por ver en qué momento ese golpe se convierte en un factor contra un Herring, quien cuenta con mayor experiencia. No obstánte el haber compartido en el pasado gimnasio y amistad con Terence Crawford, el campeón mundial welter de la WBO, les da un acercamiento y conocimiento para realizar una pelea verdaderamente complicada.
"Me he enfrentado a él dos veces (en sparring)", dice Stevenson sobre Herring. "No es un amigo íntimo. Es como un socio, alguien que estaba rodeado de la misma gente que yo. No soy muy amigo de él", dice, redoblando la apuesta. "No tengo ningún problema real con él. Son sólo negocios".
Un gran negocio, teniendo en cuenta que el combate tendrá lugar en el mismo State Farm Arena de Atlanta, un lugar que ha demostrado ser un gran lugar para peleas de boxeo. Si ese gran escenario produce un aumento de la acción de Stevenson, mientras se mantiene dentro de los límites de sus habilidades de boxeo, se revelará el próximo mes probablemente a lo grande.