El cubano Guillermo Rigondeaux está convencido de que está haciendo historia, no solo por el estilo que tiene - que lo ha llevado a posicionarse como uno de los más talentosos en las últimas décadas - también porque está alargando una carrera en divisiones donde un peleador elite que va más allá de los 35 años es rarísimo.
Este fin de semana en Carson, California, y de regreso a los gallos, El Chacal Rigondeaux retará al campeón filipino John Riel Casimero en un duelo por la corona WBO.
“No sé que hará Casimero, pero si sé lo que voy a hacer yo. Yo voy a hacer mi trabajo, lo que siempre hemos hecho hasta ahora y lo que siempre nos ha hecho salir victorioso en todas mis peleas. Yo voy por el título, porque me lo quiero llevar a Miami. Para mi la edad es solo un número y voy a demostrar que sigo dando batalla”, dijo en entrevista exclusiva con DAZN.
¿Qué quieres enseñarles a los fanáticos con esta pelea?
"Que yo sigo siendo el mejor 118 libras y 122 de todos los tiempos. Me voy a catalogar ahí, pasito a pasito. Mi derrota con Lomachenko no significó nada, porque para mí fue una pelea de tres divisiones, soy 18, 22 y 26 y 130. Fue una pelea fuera de normal porque no quería nadie pelear en 118. Aprendí lo normal".
¿Consideras que fueron muy duros contigo después de Lomachenko?
"Si ganando te hacen crítica, perdiendo imagínate. La balanza está de los dos lados. Ganas, te hacen crítica. Pierdes, te hacen más crítica. Es normal. Yo las leo, pero para mí no es algo que me coja de sorpresa. Siempre he sido ganador, solo perdí una sola pelea. Allá afuera hay campeones que han perdido siete u ocho peleas. Yo perdí solo una, pero fue en tres divisiones más arriba, porque en 118 y 122 no he perdido nunca".
Ahora tienes frente a ti otra prueba: John Riel Casimero y él se enfila a enfrentar en ti al rival más duro de su carrera
"Ahí es donde se va a confundir, él sueña conmigo, el entrenador, el manager sueñan conmigo. Cada vez que hablan tienen que mencionar a Rigondeaux. Sueñan conmigo. Se van a volver locos".
¿Qué sientes de estar en la posición que tienes, saber que todo aquel a quien te enfrentes querrá sumar tu nombre a su récord?
"Justo ahí, entonces, es donde viene la segunda parte, yo estoy preparado para todos. Para todo lo que traigan todos los boxeadores. Lo que pasa ahí es que se frustran. Lo que hago yo ahí es que vacilo y entre más incómodos se ponen más yo disfruto arriba del cuadrilátero y hago ya todo lo que yo quiera hacer. Son boxeadores que tienen un solo estilo, no tienen otra estrategia, la mayoría pelea para adelante y no más nada y cuando les cambias el plan ahí se acabó la pelea".
¿Pesa ser considerado por muchos de los especialistas ser uno de los mejores técnicos del momento?
"Yo creo que sí. Porque soy un boxeador que soy ataque y contraataque. Eso es muy difícil de hacer, porque es muy complicado. La gran mayoría no sabe golpear en movimiento y yo sé hacerlo. Es lo que me hace diferente".
Me refería más a un sentido de compromiso, que te sientas obligado a cumplir con las expectativas
"Es algo que es si o sí, tengo que hacerlo, independientemente del rival. Es un sí porque sé que lo puedo hacer. Claro que si 100 por ciento".
Estás cerca de cumplir 41 años cumplidos en una división donde pocas veces se ve a veteranos. ¿Cómo ves tu futuro en el boxeo?
"Es muy difícil en un peso chiquito durar hasta esta edad y con ese boxeo, pero como yo soy un boxeador bien complicado, no estoy que golpe y golpe y golpe, es bien difícil y por eso me he mantenido hasta ahora. Pero estoy consiente que en pesos chiquitos nunca llegan hasta esa edad, jamás, no existe".
¿Hasta donde quieres llegar?
"Hasta que se seque el malecón y nunca se va a secar".
¿Te ves boxeando hasta los 50 años?
"Por ahí, por ahí para allá, estamos pensando en esas. No vaya a pensar que no, estamos ahí".
Hablando en concreto en la división de los gallos ¿a quién te gustaría enfrentar?
"Esa pregunta la he escuchado tanto y siendo el supercampeón de las 122 libras... lo peor es que digo un nombre y ese nombre terminaba diciendo que no le interesaba pelear conmigo. No quiere pelear ninguno en las 122. Ahora estoy en las 118 y apareció Casimero, ahora que le gane a Casimero a ver quien aparece... o desaparece".
¿Sientes que te siguen evitando?
"Todos, porque saben que yo soy un crucigrama arriba del cuadrilátero, saben que para ganarme a mí tienen que multiplicarse por 100 y es bien difícil. Pelear conmigo es bien complicado"
¿No es frustrante saber que pueden darse muy buenas peleas pero prefieren no enfrentarte?
"Ellos saben. Yo tengo boxeo, puedo fajarme, puedo boxear, puedo hacer esto y aquello. Hoy puedo ir de una forma, mañana de otra, soy muy difícil. Pero no me enoja, para nada ya estoy yo acostumbrado a esas cosas. Yo por eso ando tranquilo. Es algo que me ha tocado desde siempre, desde que fui olímpico desde ahí y yo mirando. Por eso cuando dicen que quieren ser campeones pero no quieren pelear conmigo me doy cuenta que en realidad no quieren ser campeones".
Debe ser horrible que esos rivales te quiten esa oportunidad.
"Así es, eso pasa. Pero yo estoy ahí tranquilito y sigo demostrando. Cada vez que pasa eso yo demuestro y vuelve a pasar y sigo demostrando".