Jack Catterall sorprendió al mundo el sábado en Glasgow, Escocia, al meter en problemas al campeón indiscutido superligero Josh Taylor en una noche en donde los jueces rescataron la corona y el invicto del campeón escocés.
En la arena SSE Hydro Josh Taylor subió como amplio favorito para retener las coronas de la Asociación Mundial de Boxeo, Consejo Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo y a pesar de haber perdido un punto por contacto ilegal y de no haber marcado pauta los jueces entregaron dos tarjetas a su favor para una decisión dividida.
"Claro que gané al 100 por ciento, lo conecté con mis golpes de poder. Tenia mucha presión, no fue mi mejor noche. Lo agarré una y otra vez. Me puse mucha presión, ser el gran favorito, estar en casa, tener un gran show, pero no importó al final, obtuve el resultado", dijo Taylor quien mantuvo su marca en 19-0 con 13 nocauts.
"Sé que no ganó la pelea (Catterall), tomé la ventaja a la mitad. Vamos para adelante. Hicimos el peso bien, cada vez es más difícil poder marcarlo, seguramente será mi última pelea en 140.... todo puede pasar, creo que gané la pelea. Con todo y el punto menos del referi", abundó el campeón.
Taylor encontró dificultades para poder manejar su distancia y golpeo, a pesar de contar con ventaja sobre su retador mandatorio. Catterall tuvo una estrategia mucho más estructurada y el uso de la mano izquierda fue clave para ganar ante los ojos de los fanáticos.
Con esta victoria, Taylor aseguró que posiblemente dejará las 140 libras para escalar a los welters en busca de figuras como Terence Crawford, pues aseguro que cada vez es más complicado marcar la división.
Por su parte, Catterall manchó su récord profesional al sufrir su primera derrota en 26 encuentros.