El tatuarse el nombre del ganador fue un castigo humillante para el perdedor de una pelea entre un youtuber y un peleador de MMA .
La pregunta aquí es si Tyron Woodley realmente cumplió con tatuarse el "I love Jake Paul" tras su derrota por decisión dividida ante Jake Paul en agosto. Fue la condición que Paul le exigió a Woodley si quería asegurarse la revancha.
Pues sí. Todo apunta a que Woodley cumplirá con la vergonzosa petición, pues este sábado subirá para enfrentarlo de nuevo.
Alrededor de un mes después de la pelea, la ex estrella de la UFC acudió a su cuenta de Instagram para mostrar un tatuaje, que se hizo en el dedo medio.
Bastante inteligente, teniendo en cuenta que incluso en la derrota le está dando a Paul un mensaje. Por no mencionar que los tatuajes en los dedos son conocidos por desvanecerse, algunos incluso en cuestión de unos pocos meses. Así que es probable que no sea permanente.
DAZN News dejó un mensaje a la renombrada artista del tatuaje Katherine Flores, también conocida como Tatu Baby, el martes para conocer la ciencia exacta de por qué los tatuajes de los dedos se desvanecen. Tatu Baby tenía previsto tatuar a Woodley, pero la oportunidad nunca se presentó.
Woodley se fue con otro artista para cumplir la apuesta.
Al hacerlo, Woodley fue inmediatamente cuestionado sobre la autenticidad del tatuaje por su colega Dan Hardy, ex luchador de la UFC. Pero Woodley también le respondió, intentando silenciar cualquier crítica en el proceso también.
Woodley, de 39 años, incluso habló al respecto en el programa All Access de Showtime, de cara a la revancha de este sábado por la noche entre Paul y él.
"Amo a Jake Paul... ¿dónde puedo conseguirlo?" Se puede ver a Woodley en el clip de Showtime reflexionando.
"Aquí mismo", mientras levanta el dedo corazón de su mano izquierda hacia la cámara con una sonrisa enorme.
Woodley explicó además cómo a pesar de que cumplió su parte del trato que Paul decidió ignorarlo para pactar un duelo con el hermano menor de Tyson Fury, Tommy Fury, en su lugar. Sin embargo, Paul no se imaginó que el inglés iba a cancelar todo de último momento.
"No es un hombre de palabra, por cierto", dijo Woodley sobre Paul.
"Me hice el tatuaje", continuó. "Esperé toda la jodida noche. No oí nada de él, de su equipo de gestión. No supe nada de él".
"La primera vez que me enteré de que no iba la revancha fue cuando anunciaron que iba a pelear con Tommy. Y pensé "Jake Paul es una mierda".
Pero Woodley continuó entrenando y se mantuvo preparado en caso de un contratiempo con la propuesta de Paul-Fury el 18 de diciembre. Y ese momento llegó, cuando Fury canceló el combate argumentando una lesión y enfermedad.
Woodley llegó en el momento adecuado pues ofreciéndose como rival no solo salvó la cartelera y también dará un segundo aire a su rivalidad.
Tal vez después de todo el tatuaje no fue en vano... habrá Paul-Woodley II.