Este sábado estaba previsto que se celebrara el tercer combate entre el titular de los pesos pesados del WBC, Tyson Fury, y el hombre al que destronó, el estadounidense Deontay Wilder. Sin embargo, se ha pospuesto hasta el 9 de octubre debido a un brote de COVID-19 en el campamento de Fury, que afectó incluso al propio campeón.
El retraso ha agravado aún más el ya de por sí frustrante panorama de a la división, después de que meses de negociaciones para una superpelea entre Fury y el campeón de la WBA, la WBO y la IBF, Anthony Joshua, para coronar a un rey indiscutible, los planes se vieran abajo por una demanda de Wilder en una corte internacional.
En una entrevista con The Daily Mail, Fury se mostró optimista sobre el origen del problema que llevó al aplazamiento.
"Soy la última persona a la que hay que culpar", dijo. "No tengo un gran séquito, a diferencia de la mayoría de los campeones del mundo con todos sus colgados".
"Desde que volví a la concentración a tiempo completo no había estado en ningún otro sitio que no fuera mi nueva casa aquí y el gimnasio de Top Rank. Tampoco lo había hecho mi equipo".
"Las únicas personas cuyos movimientos no podía controlar completamente eran mis compañeros de sparring, que cambian".
"Entraban y salían de la burbuja y todo el mundo sabe que esta ciudad está llena de COVID. Sospecho que nos contagiamos de uno de ellos".
Fury también explicó cómo se harán las cosas de forma diferente de cara al 9 de octubre para evitar un nuevo retraso en la pelea que inicialmente estaba prevista para diciembre de 2020.
Dijo: "Esta vez sólo somos diez en el equipo. Pero cuando volvamos a la concentración para un mes en Inglaterra y otro mes aquí, nos reduciremos a sólo cuatro a tiempo completo".
"Yo, mi entrenador jefe SugarHill Steward, su ayudante Andy Lee y mi viejo amigo Tim, que organiza mi vida".
"Controlaremos estrictamente el acceso de los sparrings y aumentaremos las pruebas".
"No hay masajista. Ningún preparador físico. Nada de dietista. Incluso mis dos hermanos tendrán que esperar para unirse a mí hasta la semana de la pelea aquí en Las Vegas.
"Ya he sufrido suficientes frustraciones en esta montaña rusa. No necesito más. Más de lo que hubiera arriesgado la salud de cualquier otra persona por salir antes de la cuarentena".