A pesar de ser el boxeador más pequeño y que iba abajo en las apuestas, el campeón ucraniano Oleksandr Usyk sintió que - durante la primer contienda que sostuvo ante el inglés Anthony Joshua - estuvo muy cerca de mandarlo a la lona.
Ambos pesos pesados se enfrentaron en septiembre en un combate que dominó el ucraniano y quien tras deslumbrar a los jueces despojó a Joshua de los tres títulos mundiales.
En el último round de esa pelea, Usyk, muy por delante en las tarjetas de puntuación, explotó en el último minuto y lastimó a Joshua obligándolo a retirarse a las cuerdas. La campana sonó para rescatar al púgil británico y de cara a su revancha, pactada para el 20 de agosto, Usyk no pudo evitar recordar lo cerca que estuvo de noquear a Joshua en el último asalto.
"Quizá si hubiera habido otros 30 segundos o un minuto más en el 12º asalto, Anthony habría sido derribado", dijo Usyk al ser preguntado por Parimatch.
"Pero no pienso más en ello porque son sólo suposiciones. Sucedió como sucedió. Boxeé 12 asaltos y gané".
Ahora mostrando un físico totalmente diferente al de su primer contienda, Usyk pretende seguir con el trabajo que inició en septiembre y esta vez ser mucho más claro.
El ucraniano que dominó por completo a los cruceros hasta el 2018 para después subir a los pesos completos, ahora pretende sumar otro campeonato indiscutido, pero primero tiene que repetir la dosis a Joshua y por eso hizo las adecuaciones necesarias para mantener su ritmo.
Usyk en una entrevista reciente reveló que dentro de sus planes está subir en 225 libras, casi cuatro kilos por encima de lo que pesó la última vez que vio a Joshua.