Emanuel Navarrete no se dejó llevar por la presión de una lesión en la mano izquierda, que sufrió en el tercer round. Concentrado en no permitir que el retador mexicano Eduardo Baez le faltara al respeto, el campeón pluma de la WBO consiguió detener la pelea en el sexto round con un extraño gancho al hígado.
La noche del sábado en el Casino Pechanga de California, el monarca mexicano retuvo por tercera ocasión la corona mundial con un potente gancho al hígado, con efecto retardado, que obligó a Baez a primero poner una rodilla en la lona y luego a tirarse por completo bocaarriba en la lona, a pesar de que cuenta de proteccion siguió corriendo.
“Fue un golpe muy mexicano, un gancho al hígado, no todos aguantan ese golpe. Yo no lo tengo muy bien hecho, pero salió muy bien y funciono”, dijo el monarca de 27 años, quien mejoró su marca a 35-1, con 30 nocauts.
Navarrete en un principio fue superado por Baez, quien sin respeto, ni temor, apelando a su resistencia, se fue sobre el monarca. Sin embargo, Navarrete para el cuarto round, buscando que no lo adelantara aún más en las tarjetas, comenzó a soltar aún más las manos en busca de ese golpe que le pudiera ayudar a inclinar la balanza a su favor.
El monarca mexicano está programando un cambio de división, en busca de grandes nombres, pero al terminar la pelea con Baez aseguró que no se adelantará y tomará con calma la decisión, después de platicarlo con su equipo y familia para poder dar el siguiente paso.
El Vaquero prevailed in devastating fashion 🤫@BoostMobile x #NavarreteBaez pic.twitter.com/lf3uh1vsVw
En el mismo cartel, Nico Ali Walsh – el nieto de Muhammad Ali – mejoró su récord a 6-0 con 5 nocauts al noquear en dos rounds a Reyes Sánchez.