Vergil Ortiz subió con la seguridad de que la pelea ante el lituano Egidijus Kavaliauskas sería la clave para seguir escalando posiciones dentro de los pesos welters y con cinco derribos a su rival logró su cometido.
El peleador de sangre mexicana y 23 años de edad, sumó la victoria número 18 de su carrera, todas por la vía del nocaut, en una velada que dejó a los fanáticos al borde del asiento, al noquear a Kavaliauskas en ocho rounds.
Ortiz arrancó la contienda con un estilo bien armado y con la guardia arriba analizando al lituano que venía dispuesto a frenar al prospecto que reclama la oporutnidad de medirse a Terence Crawford, Errol Spence Jr. o Manny Pacquiao.
Tras un primer asalto sin incidentes, Kavaliauskas estuvo a punto de dar un vuelco en el segundo al sacudir a Ortiz en múltiples ocasiones con un golpe de poder tras otro. Ortiz visitó la lona, en lo que parecía sería su primer caída en el terreno profesional, pero el referi decretó que había sido un resbalón.
Sin desconcentrarse, Ortiz regresó a su trabajo y de inmediato recobró el control de la contienda, usando el jab como su arma más efectiva - aprovechando su estatura y alcance superior al de Kavaliauskas.
Al final del cuarto asalto, Ortiz conectó un potente jab y luego un corto gancho de izquierda al rosto para hacer caer a Kavaliauskas por primera vez y aunque se incorporó casi de inmediato, tuvo que escuchar la cuenta de protección del referi, para después ir a descanso.
Al siguiente episodio, Ortiz mantuvo la calma y no continuó con la búsqueda de castigo, dejando a Kavaliauskas que buscara ese golpe que lo ayudara a cambiar su suerte con un boxeo agresivo pero con fallas de efectividad.
A pesar de esos pequeños errores, el lituano se las ingenió para superar la frontera del séptimo round y llevar a un territorio desconocido a Vergil, quien se aferró a su estrategia hasta que volvió a cimbrar hasta el hueso a su adversario.
Contrario a la primer caída, para esta segunda ocasión, Vergil siguió con el castigo al máximo hasta que Kavaliauskas puso una rodilla en la lona. Al escuchar la cuenta en 8, el lituano se paró para seguir, pero el daño ya estaba hecho, Kavaliauskas volvió a caer tres veces más, situación que obligó al referi a detener las acciones.
Con esta victoria Ortiz dejó su marca en 18-0 con 18 nocauts; mientras que Kavaliauskas sumó su segunda derrota profesional.
"Creo que lo hice bien. Estoy contento con lo que hice y sé que voy a mejorar. No me lastimó cuando se lanzó contra mi. Me sentí bien, ni siquiera me cansé. No significa nada para mi (haber noqueado a Kavaliauskas antes de lo que lo hizo Crawford) . Estoy listo para Terence Crawford. Siento que ya gané mi oportunidad. Estoy listo para pelear cualquiera Spence, Crawford o Pacquiao", declaró el joven peleador que con esta victoria también defendió con éxito el título internacional welter avalado por la Organización Mundial de Boxeo y su posición número uno en el ranking mundial.